El presente y futuro inmediato del FC Barcelona sigue entre interrogaciones. Mucho se ha hablado del plan de viabilidad que ha presentado a LaLiga y del regreso de Leo Messi, el cual depende de lo primero, pero la única realidad es que a estas alturas solo se habla de hipotéticas operaciones que no han visto la luz y que, por tanto, mantienen en el aire el Barça de la 2023-24.
La realidad es que Joan Laporta lo está intentando. El presidente de la entidad culé se ha reunido en varias ocasiones ocasiones con Jorge Mendes para buscar fórmulas con dos objetivos: por un lado reforzar el equipo y por otro ganar fair play financiero.
Con esa meta en el horizonte se lleva tiempo hablando de la posibilidad de que Rubén Neves llegue al Barcelona. La idea de Mendes es que el portugués arribe a la Ciudad Condal en un movimiento que llevaría a Ansu Fati al Wolverhampton. El trueque sería ventajoso para los blaugrana económicamente... Entonces, ¿cuál es el problema? Pues que Ansu Fati se niega a marcharse al equipo dirigido por Julen Lopetegui.
Aunque la opción de que Neves aterrice en Cataluña no está descartada, el que se dé incluyendo a Fati parece imposible, ya que según informa Matteo Moretto de Relevo el joven atacante no quiere ir al Wolverhampton y tiene totalmente descartado que ocurra.
Si bien tanto Xavi Hernández como Joan Laporta han dicho que cuentan con él, siempre ha sido con la boca pequeña y dejando la puerta abierta al 'ya veremos qué pasa...'. Esa respuesta a la situación contractual de Fati responde primero al hecho de que el club sabe que es uno de los activos que más les puede reportar a nivel financiero, así como al hecho de que el técnico no le ve ni mucho menos imprescindible en su esquema.
Tras superar una lesión muy importante que se reprodujo en varias ocasiones por las constantes recaídas, se esperaba que este curso 2022-23 fuese el del paso al frente de Ansu Fati; sin embargo, su participación ha quedado relegada a un segundo plano, siendo básicamente un jugador que ha gozado de minutos desde el banquillo. En este contexto, en el club no ven con malos ojos que cambie de aires, sobre todo tras ver como se ha enrarecido su situación por las salidas de tono de su padre, quien llegó a decir que si por él fuese ya estaría jugando en otro equipo.