El agujero en la defensa del Barça

Pese a que llegó con la vitola de titular, Iñigo Martínez no ha terminado de adaptarse al Barça, principalmente a causa a las lesiones, por lo que debido a la situación económica y la gran competencia existente, la salida del vasco en verano es una opción más que posible

El agujero en la defensa del Barça
Iñigo Martínez disputando un partido con el FC Barcelona - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

De la turbulenta situación del Fútbol Club Barcelona, tanto a nivel deportivo, como extradeportivo, se puede sacar pocas cosas buenas, aunque una de ellas es su defensa. La gran noticia culé de esta campaña, más allá de Lamine Yamal, es sin duda Pau Cubarsí, el central de 17 años se ha hecho con un hueco en el once y ahora mismo parece prácticamente imposible que nadie lo saque de allí durante los próximos años. Esto puede generar cambios en la zaga blagrana, ya que con Ronald Araujo confirmado por Laporta recientemente, tras declarar el mandatario que lo renovaría de por vida, sumado al niño y que Koundé el año que viene contará más como central, dejan la posibilidad de que si alguien abandone la Ciudad Condal sea Iñigo Martínez.

El central vasco llegó libre el pasado verano del Athletic Club tras mucha polémica con los bilbaínos, y entre los problemas para inscribirle en el inicio de LaLiga y las lesiones que le han molestado durante meses, no ha llegado a asentarse. Es cierto que es el tercer central de la plantilla tras los titulares, ya que Koundé es el lateral titular y Christesen cuenta como pivote, pero entre la más que posible subida de Mika Faye al primer equipo y la llegada de Julián Araujo para el lateral, le dejan en la cuerda floja.

El otro motivo es económico, ya que los problemas de su inscripción provocaron que esta se produjera de forma 'excepcional', por lo que para la 2024/25 el trabajo se deba iniciar desde el principio, tal y como si fuera un nuevo fichaje, lo que haría aún más difícil moverse en el mercado a los catalanes, que tienen muchas posiciones que reforzar, sobre todo del centro del campo en adelante.

No termina de asentarse

A sus 32 años (33 en mayo), está entrando en la recta final de su carrera, más aún tras la multitud de lesiones que ha sufrido en las últimas campañas. De los 27 partidos posible de liga tan solo ha participado en 12, a los que suma tres presencias en Champions y una en Copa del Rey, en general menos de 1000 minutos, muy lejos de lo que se esperaría de un jugador de su talla y experiencia, y al que se fichó para ser titular. Por esto y por el apartado monetario, la salida del de Ondarroa en julio no sería nada descabellada, y pondría en el mercado a uno de los mejores centrales de la historia reciente del fútbol español.