Francisco Salas3 min lecturaEl paso de Xavi Hernández por el Fútbol Club Barcelona está siendo muy convulso, desde su llegada con la temporada 2021/22 ya empezada y en una situación de zozobra, tras la destitución de Ronald Koeman, el mítico exjugador se fue haciendo cada vez más al puesto cada y la pasada campaña culminó su gran obra ganando LaLiga con un fútbol 'de autor', demostrando que había mucho en su estilo del centrocampista que fue la brújula del Barça de Guardiola y de la España campeona del Mundo. Pero esta temporada todo se torció, y tras solo tres meses fue él mismo quién anunció que en junio, una vez finalizadas todas las competiciones, diría adiós al banquillo culé.
Estas decisión tan sorprendente y exótica pilló por sorpresa a todo el mundo, no por inesperada -el propio Joan Laporta aseguró que si no fuera Xavi, hubiera sido despedido-, si no por la premura con la que se hizo. Es cierto que estaban muy lejos del Real Madrid y del Girona y acumulaban pinchazos, pero al final no dejaban de ser uno de los favoritos en las tres competiciones en las que estaban vivos en ese momento. El egarense aludió a que estaba "cansado" y superado por "la presión" que suponer entrenar al Barça, además de que al decirlo quitaba un peso de encima a sus pupilos.
Al contrario de lo que se pudiera esperar, no cambió mucho. Los de la Ciudad Condal siguieron acumulando resultados mediocres, entre ellos un empate en la ida de los octavos de Champions League, que deja muy abierta la eliminatoria muy abierta de cara a la vuelta. Aunque en LaLiga han tenido suerte y por la ineficacia del Girona pueden optar a la segunda plaza, de la que ahora solo les separan dos puntos, y rezar para que el Madrid tenga días malos y eso les permita soñar con revalidar el título.
Ahora Xavi tiene casi seguro lo que va a hacer, según el diario As, tomarse un año sabático. Desde que llegó de Catar, ha dejado de lado a su familia y quiere centrarse en ellos, durante al menos la 2024/25 y luego esperar movimientos, en busca de coger las riendas de un proyecto que le devuelva la ilusión por entrenar. Aunque eso sí, hay algo que le puede hacer virar por completo sus planes, la aparición de una oferta irrechazable, sin embargo, después de ver su primera experiencia en la élite es algo que parece lejano y lo más probable es que cuando decida volver, tendrá que labrarse un futuro partiendo de una base más modesta.