Estadio Deportivo4 min lecturaLos culés mantienen la distancia de siete puntos respecto a la segunda plaza, diez según lo que haga el Real Madrid en el Benito Villamarín, después de superar al Valencia por la mínima. El gol de cabeza de Raphinha en la primera parte ha dado la victoria a los locales que vuelven a sumar de tres en casa y sin encajar un gol. El Barça solo ha encajado un gol en liga en el Camp Nou en lo que llevamos de temporada. Además del goleador, destacaron en el partido Sergio Busquets, Koundé y Araujo, a pesar de la expulsión. Ferran Torres falló un penalti y el colegiado no revisó una posible pena máxima a Fran Pérez.
Un penalti fallado, una expulsión, y acabar pidiendo la hora para llevarse los tres puntos ante uno de los equipos que malvive en la competición en los puestos de descenso, son circunstancias extrañas a las que no está acostumbrado el público del Spotify Camp Nou. Delante tenía al Valencia, que no esperó al Barça atrás forzándole a colgar 42 balones al área, como el Almería en el último partido de Liga, ni le arrebató la posesión para obligarle a defender sin balón cerca de Ter Stegen, como hizo el Real Madrid en la ida de las semifinales de Copa. Al menos, hasta que así lo exigió el sorprendente giro de guion que tuvo el choque con la expulsión de Araujo.
El gol de Raphinha reactivó la confianza del extremo azulgrana, que lo probó poco después en un tiro desviado y asistió a Ansu Fati, titular, en las dos ocasiones que tuvo en el primera mitad: un inocente tiro cruzado que el meta valencianista atajó sin problemas y un cabezazo mordido que se marchó fuera por poco. Sin ritmo, sin precisión y sin continuidad, el Barcelona volvió acusar las bajas de cuatro futbolistas capitales en su once titular: los lesionados Pedri, Dembélé y Lewandowski y el sancionado Gavi. La buena noticia es que el equipo sobrevive a las bajas de sus jugadores importantes. Aunque tuvo el 2-0 a la media hora, en un disparo seco de Ferran Torres desde la frontal, que desvió Mamardashvili. En líneas generales, ninguno de los dos equipos desplegó un gran fútbol.
El Valencia, diluido durante la primera media hora, acabó mejor que su rival en la recta final de este primer acto, donde llegó a inquietar la meta de Ter Stegen. Sin embargo, el equipo no tiene la clarividencia ni la contundencia necesarias para poner en verdaderos aprietos a su rival. Entre Kounde y Ter Stegen evitaron el gol en un remate dentro del área del recién ingresado Fran Pérez, pero Alberola Rojas había anulado la jugada por fuera de juego. La incidencia del colegiado fue tangencial quitando que podría haber revisado el posible penalti. La expulsión a Araujo fue clara y el partido, en términos de juego limpio, fue fácil para el trencilla. Este Valencia ahora mismo no está ni para ganar contra diez. Y los jugadores del Barça y el Camp Nou, que parecen cada vez más enganchados al drama, celebraron como si hubieran ganado LaLiga el pitido final del colegiado.