El futuro de Álvaro Morata ha sido una incógnita durante todo el verano. Pese a renovar hasta 2026, el hecho de que el Atlético de Madrid rebajase de forma llamativa su cláusula de recisión le colocó en la órbita de todos los grandes de Italia, a lo que se sumaron también dos suculentas ofertas de Arabia Saudí. Pero el delantero, que en un principio tenía clara su idea de cambar de aires, decidió que lo mejor era seguir en el Wanda Metropolitano y este arranque de temporada le está dando la razón, con tres goles en las tres primeras jornadas de LaLiga EA Sports.
Por el camino, el atacante ha sido relacionada con Juventus, Milan, Roma o Inter. Se apuntó en un principio que el precio de su libertad era de sólo 10 millones de euros, aunque otras fuentes hablaban después que el precio se acerca a 20-30 millones. El dinero, en cualquier caso, no era problema para el pujante fútbol saudí. Primero fue el Al-Tawoon el que llamó a su puerta, sumándose después el interés del Al Hilal. Pero ninguno convenció a Morata.
Se ha hablado de muchas cifras, pero según informa el diario As, las propuestas llegaron a alcanzar los 40 millones de euros por temporada, con un contrato de más de un año. Sin duda, un argumento de peso para hacerle vacilar y meditar su salida. ¿Pero qué fue lo que le hizo rechazar finalmente estas ofertas?
El citado diario asegura que en el trasfondo de todo se encuentra la selección española y, más concretamente, su deseo de ser el ‘9’ titular de España en la Eurocopa que tendrá lugar en Alemania en 2024. El ariete colchonero quiere ser uno de los lideres de la selección en ese torneo y no quería arriesgarse a perder su puesto por marcharse a una liga menor, como sí ha hecho Aymeric Laporte, quien pese a todo sigue contando de momento con la confianza de Luis de la Fuente.
En su caso, Morata valora el hecho de ser uno de los capitanes de la Roja y considera que la única manera de seguir al máximo nivel es permanecer en una liga potente como la española, de ahí que cerrarse la puerta a Arabia Saudí, opción que tampoco le agradaba demasiado en el plano familiar.
De momento, su decisión le está dando la razón. A su buen arranque goleador en el campeonato liguero con la camiseta rojiblanca hay que sumar su ‘hat trick’ con el combinado nacional en la goleada sobre Georgia (1-7), donde demostró su papel de líder. A sus 30 años, el gran objetivo de Morata está en la Eurocopa del verán que viene, pero hasta ese momento, quiere ser pieza clave en una fase de clasificación que comienza a enderezarse.
Este próximo martes, en Granada ante Chipre, tendrá una nueva oportunidad para acercar un poco más a España a la fase final de la Euro. Una victoria le serviría para sumar 9 puntos en las cuatro jornadas de la primera vuelta, a seis del líder Escocia, que no ha fallado en ninguno de sus compromisos y manda con 15 puntos en su casillero.