El contundente 4-0 encajado el miércoles por el Atlético de Madrid durante su visita al Benfica SL en la segunda jornada de la Fase de Grupos de la UEFA Champions League ha sido la mayor goleada encajada por Diego Pablo Simeone en los casi 13 años que lleva al frente del cuadro rojiblanco, igualando dos idénticos revolcones. No obstante, lo que más preocupa es que la dura derrota no se trata de un hecho aislado, pues las estadísticas en la máxima competición continental son dignas de sacarle los colores al Cholo, ni tampoco fue un marcador exagerado, ya que le pudieron caer varios más y la imagen fue de absoluto desastre en todas las líneas del campo y las facetas del juego. Los síntomas son preocupantes, como prueban los 10 datos que han hecho saltar todas las alarmas.
El declive del Atlético como visitante en la UEFA Champions League es una evidencia. Partidos como el de Lisboa, más allá de la contundencia del marcador respecto a otras derrotas, se han visto casi de forma constante en el equipo rojiblanco en los últimos años cada vez que juega en Europa lejos del Metropolitano. Los números son expresivos: siete derrotas en sus últimas diez salidas, de las que solo ganó una, por 1-3 al Feyenoord, y empató dos, con el Celtic (2-2) y la Lazio (1-1). Ha perdido sus tres últimos desplazamientos en esta competición.
El Atlético fue un fantasma en Lisboa. Un equipo menor. Su defensa fue un despropósito, descolocada, sobrepasada y vulnerable, con un severo correctivo de cuatro goles que no fue más allá por las paradas de Jan Oblak. La baja de Robin Le Normand fue una merma evidente, pero su desplome atrás no se explica simplemente con la ausencia del internacional español. En su último encuentro de la máxima competición continental de la pasada temporada, en la vuelta de los cuartos de final contra el Borussia Dortmund en el estadio Signal Iduna Park, también recibió cuatro goles (4-2).
El Atlético permitió una cantidad inusual de remates contra su portería. El Benfica se fue hasta los 19, según las estadísticas oficiales de la UEFA; cuatro bloqueados, cinco fuera y diez entre los tres palos del marco de Jan Oblak, el mejor de su equipo con diferencia pese a haber encajado cuatro goles. El guardameta esloveno hizo un total de seis paradas para contener al conjunto portugués, que marcó dos de sus cuatro tantos desde el punto de penalti.
No ha dejado su portería a cero en ninguna de sus últimas diez salidas de la Champions. Su útimo partido imbatido en la Champions fue en los octavos de final de la temporada 21/22, en marzo de 2022, cuando se impuso por 0-1 al Manchester United en Old Trafford. Desde entonces ha recibido goles en todos y cada uno de sus choques del torneo lejos del Metropolitano: cuatro contra el Benfica y el Borussia Dortmund; dos del Celtic, el Oporto, el Brujas y el Bayer Leverkusen y uno del Inter, el Feyenoord, el Lazio y el Manchester City. 20 goles en contra en 10 salidas.
Su fortaleza defensiva en la Liga de Campeones no sólo está en duda como visitante, sino también en casa. El Atlético solo resolvió seis de sus últimos 30 encuentros de la competición europea, ya sea en casa o fuera, sin daño en su portería. No le marcaron goles nada más el Manchester City, el Lazio, el Brujas, el Celtic y el Oporto, en casa, y el citado Manchester United, fuera.
El Atlético, indeciso, indefinido e inofensivo, no tiró a portería en Lisboa, por más que varió Simeone sistemas y nombres, con especial énfasis cuando sustituyó de una vez, al descanso, a Koke, Rodrigo de Paul y Antoine Griezmann. Palabras mayores. Samuel Lino estrelló un centro en el larguero, pero no era un remate, sino un envío al área que envenenó su trayectoria. De haber sido una situación puntual en la Liga de Campeones como visitante no debería preocupar al Atlético y el técnico argentino, pero es demasiado repetitivo: le ha ocurrido en cinco de sus últimos 15 desplazamientos en este torneo.
De sus diez encuentros a domicilio más recientes en la máxima competición continental, el Atlético de Madrid solo se adelantó en el marcador en dos ocasiones. Una contra el Lazio la pasada temporada en Roma, en un disparo de Pablo Barrios que rebotó en un rival. El portero celeste, Iván Provedel, empató en los instantes finales. Y otra en el triunfo por 1-3 ante el Feyenoord en Rotterdam.
Desde hace cuatro años no había perdido con tanta diferencia en el marcador el Atlético de Simeone: la derrota también por 4-0 contra el Bayern Múnich del 21 de octubre de 2020. Hay otro traspié de ese calibre en el recorrido del técnico argentino al frente del conjunto rojiblanco: otro 4-0 contra el Borussia Dortmund, el 24 de octubre de 2018. Son sus derrotas más abultadas como entrenador del Atlético, al que Simeone ha dirigido ya en 691 duelos.
A nivel general, el Atlético ha perdido también fuerza en la Liga de Campeones . Aunque ha ganado seis de sus últimos nueve choques (con tres derrotas), si la mirada va más allá el porcentaje de triunfos decae: once en sus últimos 30 compromisos en el máximo torneo continental o 21 en los 50 más recientes, desde noviembre de 2018 hasta ahora.
Cuando Diego Pablo Simeone dio su visión de los puntos necesarios para alcanzar uno de los ocho primeros puestos directos a los octavos de final, fijó un mínimo de 20 de los 24 puntos en juego a lo largo de los ocho encuentros. Su equipo ya ha perdido tres, con lo que ya no tiene ningún margen de error para llegar a esa cifra marcada. Nada más seis victorias en los restantes seis duelos (en casa contra el Lille, el Slovan Bratislava y el Bayer Leverkusen y fuera contra el París Saint Germain, el Sparta Praga y el Salzburgo) garantizan una puntuación por encima de 20. De momento, el Atlético es vigésimo tercero con una diferencia goleadora de -3. Hay siete equipos que han hecho pleno hasta ahora: Dortmund, Brest, Benfica, Leverkusen, Liverpool, Aston Villa y Juventus).
Iñaki Dufour / Agencia EFE