Álvaro Morata atraviesa por una situación extremadamente delicada en el Atlético de Madrid que puede terminar con su salida del club colchonero en el próximo verano después de que ya estuviera cerca de hacerlo en la pasada ventana estival. Es básicamente el mismo culebrón de cada año con el delantero, pero en esta ocasión podría ser diferente tanto en cuando el futbolista se estaría pensando seriamente sus opciones.
Y es que el punta madrileño, como apunta Marca, estaría muy molesto por lo que sucedió en la vuelta de los cuartos de final de la Champions League, pues Simeone decidió dejarle en el vestuario en el descanso cuando el Atlético perdía 2-0 contra el Dortmund a pesar de que en el banquillo no había ningún otro delantero con su perfil. En su lugar entró Correa para acompañar a Griezmann. El internacional español había fallado una ocasión clara, pero estaba convencido de que podría ser importante en la segunda mitad.
Este malestar se encuadra dentro de una racha pésima de cara a portería después de un comienzo de temporada brillante en el que llegó a sumar su récord personal de 20 goles, si bien ahora mismo sufre una preocupante sequía anotadora. Tanto es así que solo ha marcado un gol, contra el Betis el 3 de marzo, en los últimos 17 partidos.
Por si fuera poco, se perdió el último choque, contra el Alavés, por un cuadro de neuralgia del trigémino que podría impedirle vestirse de corto en el determinante partido del sábado ante el Athletic, en el que está en juego la clasificación para la Champions.
Esta situación, marcada por su sequía y su malestar con Simeone, ha propiciado que su futuro se encuentre completamente en el aire pese a haber renovado hasta 2027 y que su salida tome forma con dos posibles destinos.
Por un lado, según Marca, la Juventus se posiciona de nuevo para recuperar al goleador y es una posibilidad que le gusta a Morata, pues conoce el club, su mujer, Alice Campello, es italiana y se sintió a gusto como bianconero, si bien no es el único club de la Serie A que estaría interesado en el ariete.
La otra opción que vería con buenos ojos sería aceptar la multimillonaria oferta que le llegará desde Arabia como ya ocurrió en la última ventana veraniega, cuando pusieron sobre su mesa 50 millones euros por temporada. Entonces optó por el Atlético, pero ahora, a sus 31 años y en su tesitura actual, podría sucumbir ante la tentación económica teniendo en cuenta que podría ser el último gran contrato de su carrera.