El Atlético de Madrid vuelve este domingo (18.30 horas) a LaLiga EA Sports. El cuadro colchonero regresa al torneo doméstico después de la dura derrota en la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund, que supuso su eliminación de la máxima competición continental. La escuadra de Simeone no tiene tiempo para lamentos, ya que en Mendizorroza se juega sumar tres puntos que pueden ser fundamentales a final de temporada. Con el torneo organizado por la UEFA en juego, ya que se lo disputan con el Athletic, conseguir el triunfo ante los de Luis García Plaza puede ser cuestión de vida o muerte.
En el conjunto babazorro milita un viejo conocido para el club, pero especialmente, para el técnico argentino. Su hijo, Giuliano Simeone, que se ha recuperado en los últimos meses de una grave lesión producida en un amistoso de pretemporada ante el Burgos, ha vuelto con normalidad a los terrenos de juego, pero quiere más. Cedido por el plantel colchonero en Vitoria, quiere dar un paso adelante y ayudar a sus compañeros a certificar cuanto antes la permanencia en Primera. Por ello, aunque todavía sea propiedad del Atlético, quiere dar la gran sorpresa ante los capitalinos.
En un vídeo difundido por la escuadra vitoriana, quiso recalcar que “sería algo increíble y especial poder jugar contra el Atlético de Madrid”. Simeone, además, expresó que será un duelo “muy disputado porque el Atlético no negocia el esfuerzo. Tenemos que hacer un partido casi perfecto para sumar los tres puntos”. El Alavés, que se encuentra a siete puntos del descenso, quiere dar un pasito más en su camino para obtener la permanencia, y Simeone tiene muy claro lo que deben hacer en este choque. Piensa que, tanto él como sus compañeros deben saltar al césped de Mendizorroza “con mucha intensidad y cabeza”.
La buena racha que habían acumulado los colchoneros en el torneo doméstico se esfumó en la Liga de Campeones, cuando su fragilidad defensiva se volvió a evidenciar. Las cuatro dianas que anotaron los futbolistas del Borussia Dortmund fueron golpes de los que no se pudieron levantar los hombres de Simeone. En especial, los dos últimos, que certificaron su final en la antigua Copa de Europa. Ahora, ante el Alavés, buscan dar un golpe de autoridad en el campeonato doméstico y demostrar que lo sucedido el martes ya es cosa del pasado.