El Atlético de Madrid – Athletic Club pasará a la historia reciente de LaLiga EA Sports, y no precisamente por el espectáculo deportivo que se vivió sobre el terreno de juego del Metropolitano. En el tramo final de la primera parte, Nico Williams fue objeto de cantos y sonidos racistas por parte de la afición del conjunto colchonero, cuya masa social quedó señalada por el comportamiento incívico de unos pocos. Desde el primer momento, el equipo local se volcó con el jugador vizcaíno, que recibió grandes muestras de apoyo por parte de la sociedad española.
LaLiga, desde el primer momento, se puso manos a la obra para intentar erradicar este tipo de comportamientos de los estadios que forman parte de su competición. A las pocas horas de que se produjese este lamentable incidente, el ente presidido por Javier Tebas comunicó que iba a interponer una denuncia ante la Fiscalía por este acontecimiento. Los sucesos se precipitaron con el paso del tiempo, y ya se ha identificado al autor de estos intolerables sonidos.
A pesar de que el Atlético de Madrid quiso marcar distancia y condenó sin fisuras lo que ha sucedido en las gradas de su coliseo, no se ha librado de una sanción. Al igual que sucediera con el Getafe en el duelo ante el Sevilla, cuando también se produjeron cánticos de índole racista hacia Quique Sánchez Flores y Acuña, este organismo ha querido ser tajante y contundente hacia la entidad capitalina. Por ello, ha tomado una decisión radical, con el objetivo de eliminar cuanto antes este tipo de comportamientos en los estadios de fútbol.
La resolución adoptada esta semana por el Comité de Competición de la RFEF ha establecido una clausura parcial del Metropolitano, además de una “sanción pecuniaria” por “actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol”. Esto ha supuesto una violación del artículo 69.1 en su apartado c y en el 2.d. Esto, relacionado con el 76. Ambos están recogidos en el Código Disciplinario de la RFEF.
Como se ha mencionado anteriormente, además del cierre parcial de su estadio, la entidad presidida por Enrique Cerezo podría afrontar una severa multa. Al ser considerados estos hechos como muy graves, podrían tener que abonar 20.000 euros, aunque la cantidad oscilaría entre 18.000 y 90.000. De todas formas, la escuadra capitalina todavía tendría un recurso para evitar esta contundente sanción: Apelación. Además, tiene un precedente, ya que el Getafe recurrió a esta opción y consiguió que fuera anulado el cierre parcial del Coliseum.
“En el minuto 36 de partido aproximadamente, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic Club, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono, “UH UH”, siendo escuchado por el Árbitro Asistente nº1, al mismo tiempo que el dorsal nº11 del Athletic Club D. Nicholas Williams. En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al Delegado del Atlético de Madrid que el partido no podía ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar, y que, en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente, pero esta vez, entrando todos a vestuarios. 1 minuto después, se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo”.