El Atlético de Madrid tiene por delante un largo verano donde debe decidir qué va a hacer con su delantera puesto que a día de hoy no se sabe qué va a pasar con su hombre gol la pasada temporada, un Álvaro Morata que ha recibido señales del club rojiblanco a través de la prensa y que ha decidido hablar alto y claro. Desde que se marchó a Alemania para disputar la Eurocopa, Morata no ha parado de ver como salen continuos rumores sobre el interés del Atleti en Artem Dovbyk, que sería el objetivo número de Diego Pablo Simeone para su ataque la próxima temporada.
Por ello, el delantero madrileño también ha querido dejar clara su situación. "No sé si me voy a quedar en el Atleti", ha dicho el internacional en una interesante entrevista a El Chiringuito de Jugones, donde también ha reconocido que no le molestan esos rumores: "No es que me moleste, sino que al final hay mucha competencia en el Atleti".
Pese a todo, Morata ha desvelado que no ha recibido ningún mensaje claro desde el Atlético de que no cuenten con él. "He tenido contacto con Luis, el nuevo preparador físico, es cierto que me escribe cada día, y con Andrea Berta que también me manda muchos mensajes y Carlos Bucero también me envía mensajes después de los partidos. El 'Cholo' no hace falta que me escriba. Lo conozco perfectamente. Si no contase conmigo me habría llamado", ha explicado.
Pero Morata sabe cómo funciona el mercado de fichajes y tampoco parece que estaría cómodo si acabara llegando un nuevo delantero para dejarle a él un papel secundario: "Hay muchos partidos que no los he jugado completos. Tengo una edad ya que no puedo ser una segunda opción. Voy a hacer 32 años en octubre. Quiero jugar y sobre todo sentirme importante. El año pasado me sentía importante pero no empecé como titular. Son cosas que van pasando en la temporada, pero yo quiero sentirme importante".
Por último, Álvaro Morata también quiso hablar un poco de esos problemas personales que le ha causado el fútbol. "No quiero seguir con el tema porque parece que estás con alguna excusa o quejándote. Es una cuestión de respeto. No es una cuestión de que la gente te quiera o no te quiera, es una cuestión de respeto. Pero no sólo en el ambiente del fútbol. He vivido muchos episodios con mi familia por la calle, que eso es lo que no termino de comprender. Episodios que he vivido en el supermercado o cuando llevo a mis hijos al entrenamiento. Creo que es porque la gente no me conoce de verdad. Muchas personas que he conocido a lo largo de mi vida que cuando han conocido han cambiado su opinión".
"He pensado bastantes veces en tirar la toalla, pero al final cuando a mis hijos les explique mi historia lo mejor que les puedo enseñar es que he estado en la mierda muchas veces y siempre he sacado la cabeza. Eso para mí es un orgullo. He tocado fondo. A día de hoy tengo mi psiquiatra, mi psicóloga y mi coach que me han ayudado muchísimo. Ellos y mi mujer son el hilo que te sostiene en momentos delicados. Y son los que te valoran cuando estás en la mierda", finalizó.