Joao Félix tiene pie y medio fuera del Atlético de Madrid. Tras tres años y medio defendiendo los colores rojiblancos, el luso se marchó cedido al Chelsea en el mercado de fichajes de invierno. Es solo un préstamo. Volverá. Pero no para quedarse.
El propio jugador está más feliz en Londres que en Madrid. Recientemente concedió una entrevista en la que alabó el sistema de juego de su nuevo equipo –dardo al Cholo Simeone–, para posteriormente apuntar a la afición recalcando que no le había dedicado un solo cántico en todo el tiempo que pasó con ellos. El divorcio es un hecho, y no solo por esas dos vertientes, ya que según señala Diario AS, la relación con sus compañeros de vestuario tampoco era buena.
Para ser exactos, desde el medio de la capital de España expresan que el joven delantero no mantiene casi contacto alguno con sus compañeros del club colchonero; es más, muchos de éstos no se habrían frenado a la hora de criticarlo por su actitud. Resumiendo: no estaban contentos con él.
Conocer esta información no supone sino un paso más en el camino del adiós de Joao. Por lo que sea, el talento portugués nunca ha encajado en el club del Manzanares y ahora su futuro parece decidido a falta de conocer su destino en unos meses.
Ese es un problema distinto. Por un lado está que en la entidad rojiblanca entiendan que la relación entre ambas partes es irreparable. Por otro, y siendo este aún más determinante, nos encontramos con que sean capaces de encontrar una oferta que les satisfaga; y es que no debemos olvidar que pagaron 127 millones de euros al Benfica para hacerse con sus servicios en el año 2019.
Hablamos de un deseo sin certeza alguna. Estos meses en el Chelsea pueden resultar decisivos para que Joao Félix recupere el cartel de antaño. El rendimiento mostrado en el Atleti no invitaba a ser optimistas con las ofertas, pero si en la Premier League logra acercarse al jugador por el que apostaron los rojiblancos, es posible que les llegue alguna oferta, aún sin cubrir lo invertido, colme las expectativas para darle salida.
Lo cierto es que más allá del luso, el puesto de delantero del Atlético está en el aire. Álvaro Morata no convence y la única pieza que está brillando con asiduidad es un Antoine Griezmann que ni siquiera es un punta al uso, sino más bien un segundo delantero. Es seguro que la dirección deportiva le dará una vuelta en verano a este asunto.