El Atlético de Madrid ha ofrecido hoy un emotivo homenaje en el Cívitas Metropolitano a Diego Pablo Simeone tras convertirse en el entrenador con más partidos en el club, con 613, superando a otra leyenda, Luis Aragonés.
El técnico ha estado rodeado por toda su familia y, poco a poco, ha ido repasando toda su trayectoria en el banquillo rojiblanco desde que en diciembre de 2011, de vacaciones con su hijo Giuliano en Mar del Plata, recibiera la llamada desde las oficinas colchoneras.
Y entre las múltiples anécdotas que se han desgranado, una muy curiosa del mismo momento de la primera llamada: "Estaba en una confitería con mi hijo y les tenía que contar que me volvía otra vez a España, él era chiquito, y le digo que me llamaron del Atlético de Madrid y me respondió pero ahí es donde juega Ronaldo, donde está Messi, qué bueno, si te toca ganar no vas a volver más. Y la vuelta de la vida nos hizo traerlo al Atlético y ahora al Zaragoza".
"El equipo y el club te necesitan", esas fueron las palabras que Simeone recibió de Miguel Ángel Gil Marín, por aquel entonces consejero delegado y máximo accionista de la entidad rojiblanca. "¿Cuándo es el avión?" contestó el técnico. "Me había preparado y esperado esa llamada por mucho tiempo. Sabía que podía llegar esa posibilidad de venir al Atlético de Madrid", recordó el entrenador, entonces en el Racing de Avellaneda.
El preparador argentino guardará siempre en su memoria las dos horas más largas de su vida, las que pasaron desde que Toni Muñoz, excompañero de vestuario suyo, le avisó de que Gil Marín le llamaría: "Se me hicieron eternas".
Nadie ha querido perderse semejante acto. Tras recibir ante el Sevilla el calor de toda la afición, hoy le tocaba el turno de hacer lo mismo a sus jugadores, excompañeros, directivos y, cómo no, a su familia.
En resumen, en dicho homenaje se han recreado algunas historias como el gran fichaje de Falcao, así como se han enumerado todos los títulos conseguidos por el club durante su etapa. Unos éxitos que, para él, siempre se lo deberá a sus vestuarios: "No tengo ninguna duda de que todo esto sucede a partir de que he tenido la suerte de tener lo más importante que puede tener un entrenador, que son futbolistas que me han seguido y se han identificado con una manera de sentir el juego. Lo más difícil es convencerlos de que están en un club que necesita jugar de esa manera, porque la historia de este club se basó en este estilo de juego. Podemos ganar, perder, pero seguro que competiremos siempre bien".