Francisco Salas3 min lecturaEl Atlético de Madrid consiguió ayer casi un milagro al solo perder por un gol ante el Inter de Milán en el Giuseppe Meazza, en un encuentro en el que los 'neroazzurros' fueron tremendamente superiores y solo la falta de puntería y un atinado Jan Oblak permitieron a los del Cholo Simeone seguir soñando con avanzar a cuartos de final, ya que en casa son uno de los equipos más fiables del continente y ganando en el Civitas Metropolitano se asegurarían mínimo la prórroga. Sin embargo, lo peor de ayer no fue la derrota, si no la lesión de su gran estrella, Antoine Griezmann, que tuvo sufrió un esguince de tobillo.
El francés, que tuvo una actuación discreta, no pudo terminar el partido y fue sustituido en el minuto 78 del partido. El club ha confirmado después de las pruebas médicas realizadas que sufre un esguince de tobillo de grado "moderado", y aunque no anticipa una posible fecha de regreso, si no que queda "pendiente de evolución", no obstante una lesión de este tipo puede suponer al menos varias semanas de baja, dependiendo de cuan grave sea, eso sí, teniendo en cuenta la importancia del jugador y lo que se viene por delante a los colchoneros, no sería extraño verle forzar.
Los rojiblancos visitan este sábado al Almería, un rival ante el sufrieron en la primera vuelta en casa y que compite muy bien ante los grandes, pero no deja de ser el colista, que no ha ganado ni uno solo de los 25 encuentros disputados. Pero el problema viene a partir de la semana que viene, cuando el jueves 29 se enfrenten al Athletic Club en San Mamés, en la vuelta de las semifinales coperas, el más que posible día que se marque el ex del Barça para volver a vestirse de corto. Después tendrá más tiempo -hasta el 13 de marzo- para ponerse a tono para la vuelta europea.
Las opciones que se le abren a Simeone para sustituirle son varias, ya que en los últimos partidos Marcos Llorente está volviendo a ser el punta que maravilló a la parroquia madrileña hace dos campañas, y junto a Depay y Correa son muy fiables. Por otro lado está Álvaro Morata, que es un fijo en la delantera, pero sigue renqueante aún. Dicho esto, las opciones para suplir al 7 son variadas, pero la magia que aporta 'Grizzi' no es comparable a casi ningún jugador de LaLiga y lo van a echar mucho de menos.