Aitor Torvisco5 min lecturaDiego Godín jugó en el Atlético de Madrid entre 2010 y 2019, año en el que firmó por el Inter de Milán. Luego pasó por Cagliari, también en Italia; por el Atlético Mineiro, en Brasil; por Vélez Sarsfield, en Argentina; y, tras su retirada a los 38 años, sigue dando patadas a un balón en el CR Porongos FC de su país, Uruguay. Da igual dónde viaje y con quien se comprometa, porque la realidad es que nunca se ha ido del club colchonero. "Mi etapa aquí fue algo impresionante", ha manifestado hoy el central en su regreso al estadio Cívitas Metropolitano para asistir a un homenaje organizado por la Unión Internacional de Peñas atléticas. Durante el acto, ha recordado sus mejores momentos como colchonero y ha roto una lanza en favor de Simeone, por quien estaría dispuesto a traspasar un muro a cabezazos.
"Lo que paso aquí fue algo impresionante, cambio mi vida. Fueron los mejores años de mi vida en lo deportivo y en lo profesional y eso me hizo crecer mucho como persona y forjar valores", afirmó Godín, reconocido este jueves por los ocho títulos que ganó para el Atlético, club que llegó a capitanear y en el que jugó nueve años en los que sumó 389 encuentros oficiales, lo que le sitúa como el segundo jugador extranjero que más partidos ha jugado en el club rojiblanco, sólo superado por Jan Oblak. El meta esloveno fue uno de los muchos presentes en un acto al que no faltó Simeone, otros jugadores como Koke, Giménez, Gabi, Mario Suárez, Moyà, Manolo o Solozábal, además del Mono Burgos, que se reencontró con el Cholo tras su ruptura. Lo que no consiga Godín...
"Nosotros cambiamos la historia reciente del club y eso nos hizo unirnos más para conseguir títulos. Formamos una familia y eso no es tan fácil en un vestuario". "Me quedaría con la Copa del Rey en el Bernabéu (2013), porque más allá de que fue contra el Real Madrid marcamos un antes y después porque llevábamos 14 años sin ganarle al Madrid. Aquel partido nos cambió la mentalidad".
"No es fácil mantenerse y reinventarse al cambiar de jugadores. Siempre ha sido la piedra que se ha sostenido en este proyecto y ha unido al grupo, la afición y los jugadores sobre todo en los momentos de dificultad y es parte de la sostenibilidad del club. Nosotros defendíamos a muerte su idea y si nos decía que había que tirarnos de cabeza contra la pared, nosotros lo hacíamos. Nosotros estábamos convencidos que el camino para ganar era hacer todo lo que nos decía".
"A Simeone veo muy bien, con mucha fuerza y energía sabiendo que tiene trabajo duro en la Liga porque va a tener que apretar para entrar en Champions, que es la gran prioridad, pero lo veo bien más después de la victoria el lunes que era importantísima. Ahora tener una semana para trabajar con mucho positivismo y energía para afrontar de la mejor manera la parte final del año que va a ser dura", expresó.
"La Champions se puede ganar este año. La competición es un momento, un día, un estado de ánimo y los jugadores y la afición saben que es una oportunidad porque estamos vivos y la oportunidad está latente. En la eliminatoria contra el Borussia de Dortmund no hay favorito. En estas fases no hay favoritos, porque todos los equipos son buenos. Yo pienso que hasta es bueno jugar primero en casa e ir con un resultado positivo. Aquí el equipo va a estar increíble y seguro que va a hacer un gran partido porque la afición va a estar volcada. Hay que intentar ir a por el partido para ir ahí a buscar la clasificación, pero a priori veo la eliminatoria al 50/50 porque es un gran rival".