Sin contar a los finalistas de la Copa del Rey, el nombre propio del fútbol español en este parón liguero ha sido Joao Félix. El joven delantero portugués, cedido en el FC Barcelona por el Atlético de Madrid, ha vuelto a dar mucho que hablar entre los seguidores rojiblancos por sus declaraciones en una entrevista concedida al canal de Jijantes FC en la no sólo dejó más que claro su deseo de seguir como culé, sino que respondió con risas y exabruptos a la pregunta de si le gustaría regresar a la disciplina colchonera. Sinceridad para unos, reírse del Atleti para otros, el caso es que se montó un debate avivado luego por Enrique Cerezo al dar por sentada la marcha definitiva del luso. Sobre este asunto 'tendencia' ha hablado también el central José María Giménez, quien precisamente mantuvo un pique con su aún compañero en el último duelo liguero ante los catalanes.
Joao Felix fue recibido por el Metropolitano con pitos, abucheos, insultos y vejaciones a su placa en la explanada del Metropolitano; pero se vengó marcando uno de los tres goles con los que el Barça goleó al equipo de Simeone (0-3). Luego las cámaras le pillaron algún que otro gesto interpretable, pero en principio se contuvo y no hizo ademán de celebrarlo en la que, por contrato, aún es su casa. Ya había marcado en el Barça-Atleti (1-0) de la primera vuelta en Montjüic y además ahí sí lo festejó, incluso con besitos a cámara. Esos gestos no gustaron a los rojiblancos y algunos se lo recriminaron. Ahí y en algún que otro lance posterior, tuvo roces tensos con Giménez, que le llegó a retar: "¿Quieres pelear?".
Este fin de semana, el central uruguayo ha pasado por los micrófonos de la Cadena Cope y ha sido preguntado por este pique con Joao, cuestión ante la que el internacional charrúa se ha mostrado de lo más elegante, asegurando que son cosas que pasan en el fragor de la contienda y que quedan ahí. No sólo no tiene ningún problema con el que fuera niño prodigio del Benfica, sino que le desea lo mejor en el futuro, en unas declaraciones que han sido interpretadas como una despedida o, lo que es lo mismo, otra confirmación tácita de que no volverá al Atlético al nivel de las pistas expresadas por Cerezo o por el propio Joao Félix.
"A Joao le deseo lo mejor y si lo mejor para él es no venir al Atlético, qué tenga mucha suerte en su carrera", respondió, con frialdad pero de manera calmada y educada. "Él, como compañero, siempre tuvo respeto y eso es lo que queda", añadió para responder a otras declaraciones anteriores en las que el luso aseguró que la afición del Atlético le odia "porque no sabe lo que pasó allí dentro", en referencia al vestuario y, especialmente, a su relación con Simeone.
En cualquier caso, el zaguero dejó claro que el pique en Montjüic fue algo puntual de ese partido y no le tiene ganas ni está enfadado con él: "Fuera de la cancha no va a haber 'pique' nunca con Joao. Lo apreciamos mucho. Sabe que lo quiero mucho y que si le va bien me alegro". De hecho, no era el primer pique entre ambos, ya las tuvieron tiesas en un encuentro entre las selecciones de Uruguay y Portugal disputado en 2022.
De otra parte, Giménez se mostró optimista sobre las opciones de pasar a semifinales en la Champions, en el doble duelo de cuartos ante el Borussia Dortmund, y confía en acabar entre los cuatro primeros: "Tenemos que clasificarnos como sea". En un plano más personal, el uruguayo se sinceró y admitió que lo está pasando mal con las constantes lesiones que sufre (van 31 como colchonero). "No voy a mentir, cada lesión te afecta más. La continuidad es lo más importante para el jugador de fútbol y cuando la he conseguido tener me veo y sé lo que soy. Yo hago todo lo que puedo para estar bien y dentro de la cancha no siento miedo", asegura el central, siempre resiliente: "Me vas a ver caer mil veces más, puede ser, pero me vas a ver levantarme mil y una veces más".