Aitor Torvisco5 min lecturaDesde que se marchó del Atlético de Madrid en 2020, después de ganar su segundo trofeo de LaLiga con los colchoneros, el nombre de Diego Costa cada vez se ha ido escuchando menos. No sólo en la afición colchonera, sino en toda España y prácticamente en todo el fútbol europeo. Su rendimiento fue cayendo en picado desde su segunda etapa como rojiblanco y en su segunda aventura en Inglaterra, desapareció de los planes de la selección española, volvió a Brasil y, a sus 35 años, esta sin equipo y muchos daban casi por acabada la trayectoria deportiva del siempre impulsivo goleador de Lagarto. Pues nada más lejos, que nadie entierre su carrera porque el delantero está mejor que nunca o, al menos, en la línea de sus días más lustrosos: acaba de tocar plata con Gremio FC y está a un nivel de juego que no se veía desde que era el máximo ídolo del estadio Metropolitano.
El Gremio de Porto Alegre venció este sábado por 3-1 al Juventude en el partido de vuelta por la final del campeonato regional de Río Grande do Sul y conquistó su séptimo título del 'Gauchao' consecutivo, haciendo bueno el empate de la semana pasada en la ciudad de Caxias. Con 43 títulos regionales en su historia, Gremio sigue recortando diferencias históricas con su eterno rival, el Internacional, que sigue con 45. En toda esta fiesta que se vivió en el Estadio Arena del Gremio ha tenido una importancia capital Diego Costa, quien no sólo fue la gran estrella este sábado al participar en dos (gol y asistencia) de los tres tantos de su equipo en el partido por el título, sino que fue esencial en todo el devenir y acabó como máximo realizador del torneo Gaúcho, empatando a seis dianas con su compañero Franco Cristaldo.
El ex del Atlético de Madrid ha sumado seis goles en sólo cinco partidos de la Fase Final, al que se debe sumar otro tanto conseguido en su único choque en la Fase Regular. Marcó uno en 2-0 ante el Brasil Pelotas en cuartos de final; hizo uno en la ida de las semifinales contra el Caxias RS, equipo al que endosó cuatro en el duelo de vuelta. Ya en la final, se quedó sin mojar en el 0-0 del primer duelo contra el Juventude y marcó y asistió en el encuentro decisivo. Inspiradísimo, hacía muchísimos años que no se le veía a este nivel. Quién se lo iba a decir cuando se ofrecía a varios equipos para recalar a coste cero.
Tanto es así, que en seis citas con Gremio lleva casi los mismos goles en los casi cuatro años que han pasado desde que se fue de la entidad colchonera; pues sólo había sido capaz de celebrar nueve goles: 5 con Atlético Mineiro (19 partidos), 1 con Wolverhamton Wanderers (25 p.) y 3 con Botafogo (15 p.). Tampoco le fue mucho mejor en su segunda etapa en el Atlético de Madrid después de pasar por la Premier League, pues en cuatro temporadas su cifra más alta fueron los 7 de la 17/18, seguido de los 5 en la 18/19 y 19/20 y sólo 2 en la 20/21, en la que apenas jugó.
Es decir, que para encontrar una versión de Diego Costa tan excelsa como la de Gremio hay que irse hasta su primera etapa a las órdenes de Simeone: 36 goles en la 13/14 y 20 en la 12/13, después de regresar de una cesión en el Rayo Vallecano (10), tras dos cursos de rojiblanco con 8 y 9 dianas. También se mostró prolífico en el Chelsea FC: 21 en la 14/15, 16 en la 15/16 y 22 en la 16/17. Su palmarés de títulos es envidiable, con el Atlético de Madrid ganó dos trofeos de LaLiga, tres de la Supercopa de Europa, una de la Europa League y una Copa del Rey; con el Chelsea se llevó dos veces la Premier League y, además, con el Mineiro celebró la conquista del Brasileirao.