El Atlético de Madrid sigue en el ojo del huracán. Más, después de la propuesta de Antiviolencia, que pide que el Metropolitano, coliseo colchonero, sea cerrado durante 15 días por completo y se sancione a la entidad de la capital con 65.000 euros. Esta medida ha despertado la indignación de los seguidores rojiblancos, que entienden que pagarían justos por pecadores. En las últimas horas, Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del club, ha emitido un comunicado en el que ha querido ser lo más claro posible sobre todo lo que está sucediendo.
“No pretendo justificar el comportamiento de una pequeña minoría que no representa ni al aficionado del Atlético de Madrid ni a los valores del club. Tenemos claro que el comportamiento de esa gente es inaceptable, no los queremos aquí. Estamos cansados de repetir que luchamos contra la violencia y el racismo, pero la realidad es que lo estamos haciendo. Llevamos años persiguiendo estos comportamientos y expulsando a los que los cometen. Nuestro compromiso es seguir haciéndolo de la mano de todos los que nos quieran ayudar. Por desgracia, no es un problema sólo nuestro, convive en nuestra sociedad, aunque algunos pretendan poner el foco exclusivamente aquí. Es un problema de todos y necesitamos solucionarlo entre todos”.
Asimismo, cree que este tipo de comportamientos “no pueden manchar la imagen de una afición compuesta por miles de seguidores que se comportan con respeto y animan a su equipo de forma ejemplar. Es intolerable que se falte al respeto a nuestros aficionados relacionándoles con el mal comportamiento de una minoría”.
En su comunicado, afirma que “estamos hartos del uso populista y demagogo de estos incidentes. No se debe politizar la justicia deportiva. Se han dicho algunas verdades, verdades a medias y también muchas mentiras. Desde aquel domingo todo el mundo ha opinado sobre los hechos en nuestro estadio cuando, por desgracia, ha habido incidentes generalizados en otros estadios y ciudades”.
“Necesitamos información para poder actuar contra los violentos y expulsarles de forma permanente del club. A día de hoy, hemos identificado por nuestros propios medios a cuatro socios que han sido expulsados de forma permanente. La propuesta de sanción habla de seis identificados y veinte sospechosos que se están investigando de los que no tenemos ninguna información por parte de la Policía. Así es imposible que podamos actuar. Ojalá nos proporcionen la identidad de esos 26 para poder proceder de la misma manera que con los cuatro expulsados. Pero necesitamos la información, necesitamos ayuda”.
Además, que haya dos sanciones, dado que la RFEF ha castigado al Atlético con la clausura parcial de su grada durante tres encuentros, no es justo, desde el prisma de Gil Marín, quien piensa que “estamos siendo juzgados en dos instancias distintas por los mismos hechos. No tiene sentido un doble enjuiciamiento”.