PSG
At. Madrid
No ha podido ser. El PSG se complica todavía más la vida en una Liga de Campeones que se le está poniendo muy cuesta arriba. Ha sido un buen partido de los de Luis Enrique, que asediaron hasta el final al Atlético de Madrid, que volvió a mostrar la cara del ‘Cholismo’, esa que les ha hecho ganar casi una decena de títulos en algo más de una década. La falta de acierto ha sido clave para los locales, que no han sido capaces de batir en más de una ocasión a Jan Oblak, que ha recuperado su mejor versión justo a tiempo. Ante el muro de las lamentaciones que ha sido el esloveno, los pupilos del asturiano se han quedado sin puntería, poniéndoles contra las cuerdas más si cabe en la máxima competición continental, cada vez más cotizada.
Tras el partido, Luis Enrique ha comparecido en el Parque de los Príncipes. Después de un frustrante encuentro, había ganas de conocer las impresiones del asturiano, quien desveló en las horas previas que pudo ser entrenador del Atlético de Madrid en el pasado.
"No hay palabras. Creo que en los tres partidos en casa fuimos infinitamente superiores al rival, pero tuvimos mala suerte. Mientras tengamos partidos, vamos a luchar. Llevo más de 30 años en el fútbol y no puedo explicarlo. Es mala suerte. Fuimos infinitamente superiores a nuestros oponentes", consideraba el técnico asturiano en Canal + sobre lo ocurrido en su estadio.
“Realmente, el responsable de crear en tres partidos de la Champions, yo diría 50 ocasiones de gol, es el equipo, y el responsable de todo eso es el entrenador. Si no se consiguen los resultados, el responsable soy yo, sin ninguna duda. Para que mi equipo siga generando y sea mejor que el adversario... Es difícil explicar que, en tres partidos en casa, habiendo sido tan superiores, llevemos cuatro puntos. Es una broma. Estoy muy jodido y también para los jugadores. Quedan cuatro partidos de Champions difíciles, muy difíciles, pero hasta el último día lo vamos a intentar. Hoy ha sido muy gracioso, entre comillas, ver cómo hemos encajado el gol. Ha sido una broma. Nosotros necesitamos 20 ocasiones claras para marcar gol. El rival nos estornuda y nos marca gol. Aceptarlo, levantarse y levantarse otra vez”.
“El gol es una broma de mal gusto. El rival no ha llegado al borde del área y nos hace gol. Solo puedo hablar maravillas de mis jugadores. El gol nos ha hecho daño, como le pasa a todos los equipos. Y sobre todo si son goles en los que el rival no ha hecho nada. El fútbol es así y lo aceptamos. La fe de mis jugadores es inquebrantable. Un punto menos de lo que pensábamos que íbamos a conseguir. Hasta el final lo vamos a intentar. Y si no nos clasificamos, se tomarán las medidas que se tengan que tomar, no hay dudas de eso. No estoy en el mundo del fútbol por miedo. Para adelante”.