El Atlético de Madrid quiere dar un gran paso hacia adelante la próxima temporada. El cuadro colchonero, que necesita respirar y volver a competir con los mejores de Europa, tiene claro que su vestuario se debe retocar. Y hacerlo de forma urgente. Después de lo que ha sucedido en el curso que ha llegado a su fin este fin de semana, la directiva es consciente de que, con lo que hay en el primer equipo en estos momentos, es muy complicado que Simeone aspire a algo, especialmente en el Viejo Continente, donde la exigencia es cada vez mayor. Por ello, en las últimas semanas se ha especulado acerca de que habrá varios cambios, y llegadas de lo más interesantes, como puede ser la del punta del Girona, Artem Dovbyk.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la delantera es una de las grandes prioridades colchoneras para la campaña que se avecina. Con Correa y Griezmann como puntales, se tiene claro que la parcela ofensiva debe ser mejorada. A pesar de que han sonado varios nombres en las últimas semanas, el que más ha llamado la atención es el de una de las grandes sorpresas del curso en LaLiga EA Sports: Artem Dovbyk. El futbolista del Girona, quien se ha alzado con el ‘Pichichi’ en la última jornada, sería uno de sus objetos de deseo y estaría dispuesto a llevar a cabo una potente inversión por él.
Según lo que se ha apuntado en las últimas horas, el cuadro del Metropolitano podría ofrecer una cantidad que rondaría los 30 millones de euros y que superaría los 25. Comparado a lo que se ha invertido en los veranos anteriores, este es un importante paso al frente para un Atlético de Madrid que ve al ucraniano como una de sus grandes apuestas para los próximos años. Según apunta Matteo Moretto, confirmando lo aportado por As, las negociaciones ya habrían comenzado entre los clubes para tratar de cerrar un movimiento que podría ser el ‘bombazo’ del mercado español.
En el caso de que se terminara llevando a cabo, se deben tener en cuenta varias, valga la redundancia, variables sobre un Dovbyk que gusta, y mucho, en las oficinas del Atlético de Madrid. Cierto es que su cláusula de rescisión, de 40 millones de euros, es a lo que se puede agarrar un Girona que viene de hacer historia en el campeonato doméstico. También lo es que, en el caso de que se terminara cerrando una venta del delantero, los de Míchel tendrían que abonar un 30% de dicha cantidad a su antiguo club, el Midtjjylland. Por ello, desde Montilivi se estaría trabajando en reducir ese dato, lo que puede ser facilitado con su llegada a la capital de España.