El Atlético de Madrid tenía marcado en rojo este 9 de mayo pero no por un tema relacionado con lo deportivo. El conjunto dirigido por Simeone estaba pendiente de conocer la resolución del Comité de Apelación ante el recurso presentado por los rojiblancos para evitar el cierre parcial de una de las gradas del Metropolitano.
Este cierre parcial de una de las gradas del Cívitas Metropolitano se decretó tras los insultos racistas que sufrió Nico Williams, jugador del Athletic Club en el encuentro de LaLiga EA Sports que enfrentó a madrileños y vascos el pasado 27 de abril.
Los insultos que recibió Nico Williams en el Cívitas Metropolitano generaron una nueva ola de mensajes en torno a la eliminación completa e inmediata del racismo en la sociedad y concretamente en el mundo del fútbol. Fue Martínez Munuera, árbitro del encuentro entre Atlético de Madrid y Athletic Club el que alertó de lo sucedido en su acta posterior al duelo del siguiente modo: "Se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando un mono ‘uh, uh’, siendo escuchado por el árbitro asistente al mismo tiempo que el dorsal 11, Nico Williams. En ese momento se activó el protocolo contra el racismo".
Esto provocó en un principio que el Atlético de Madrid no pudiera contar con una de sus gradas abiertas en los duelos de este próximo domingo ante el Celta de Vigo y del próximo fin de semana ante Osasuna, además de una multa de 20.000 euros que tras el recurso del Atlético de Madrid también ha sido eliminada.
El recurso del Atlético de Madrid se fundamentó en lo que había sucedido en los últimos precedentes, es decir, en lo que ocurrió en el Coliseum con los insultos a Acuña, jugador del Sevilla durante el encuentro entre los de Nervión y los azulones. Finalmente el Getafe no recibió ningún castigo y así ha sucedido con el Atlético de Madrid tras prosperar el recurso.
El Atlético de Madrid activó todo tus protocolos internos en el mismo momento en el que se produjeron los cánticos racistas y lanzó un mensaje a través de megafonía para pedir el cese de tales cánticos. Además, Simeone y Koke condenaron los hechos y el propio Atlético de Madrid expulsó al aficionado de por vida, eso sí, de manera cautelar, mientras que el caso se resuelve en los juzgados.
Así, apelación ha determinado que el Atlético de Madrid lanzó "una batería de medidas de carácter preventivo y medidas reactivas con carácter inmediato". El hecho de que el Atlético de Madrid identificara al aficionado y lo expulsase del campo de manera permanente ha sido determinante para que el Comité retire el castigo al propio club: "Este Comité concluye que el Club actuó con la mayor de las diligencias posibles".