El mazo empuñado por Ernesto Valverde ha golpeado la mesa y el técnico del Athletic Club ha dictado una sentencia en la que si bien cabe interponer recurso, da la sensación de tener tintes definitivos. En el banquillo se sienta el capitán rojiblanco, Iker Muniain, sobre quien pesa una sentencia condenatoria que le castiga con el ostracismo más absoluto, confirmándose como la última opción en los planes de su entrenador. Ni como enganche entre el doble pivote y el punta en el 1-4-2-3-1 del 'Txingurri' ni, mucho menos aún, en su antigua demarcación habitual como extremo. El '10', a sus 31 años, se ha quedado definitivamente sin sitio en un club al que llegó con sólo 12 años y en el que ha permanecido durante los últimos 19.
Que Muniain no tiene (ni tendrá) protagonismo con Valverde es algo que se aprecia facilmente desde hace mucho. No obstante, si hacía falta un veredicto clarificador para confirmar esta sensación, éste llegó el pasado domingo en Cádiz. El capitán se quedó sin jugar ni un solo minuto por tercer encuentro seguido a pesar de que Alex Berenguer estaba de baja por lesión y el míster dedició dar un necesario descanso a habituales titulares como Ohian Sancet o Nico Williams, quienes empezaron como suplentes en el duelo en el Nuevo Mirandilla de la localidad gaditana aunque el menor de los hermanos acabó siendo el gran protagonista del choque.
Sólo hay dos jugadores de campo que no hayan participado en ninguna de las tres últimas citas ligueras y son el propio Muniain y Peru Nolaskoain, que está negociando su inminente marcha a la SD Eibar antes del cierre de este mercado de enero. Además de tener por delante a los ya mencionados Berenguer, Sancet y Nico, también está claramente por detrás de Iñaki Williams y ahora ha sido también adelantado por jóvenes cachorros como Unai Gómez o Malcom Adu Ares, pasando así a ser la séptima opción para los tres puestos de la línea de mediapuntas del Athletic.
Los datos hablan por sí solos: Iker Muniain sólo ha disputado el 16 por ciento de los minutos posibles, únicamente ha sido titular en un 14 por ciento de los 22 partidos ligueros disputados hasta la fecha por el Athletic esta temporada y, el dato más revelador de todos, ha participado en un 0% de los goles de los leones, ya que no ha estrenado su casillero anotador y tampoco ha dado asistencia alguna en las 12 jornadas que ha participado. Es más, que el navarro se quedase sin jugar en Cádiz no sólo sorprendió por las bajas del equipo, sino porque tanto Adu Ares como Unai pidieron el cambio por molestias y, además, el capitán venía de quedarse también sin poder vestirse de corto en el choque copero ante el FC Barcelona -con prórroga incluida y, por lo tanto, con seis cambios disponible-.
El vibrante duelo del pasado miércoles ya había sido una sentencia en sí misma, pues hasta ahora Muniain sólo estaba encontrando algo de cariño en la Copa del Rey. Había jugado como titular en las cuatro primeras rondas y en dos de ellas completó los 90'; pero para el choque de cuartos de final volvió al mismo ostracismo que sufre en LaLiga EA Sports. De hecho, en esas cuatro eliminatorias de Copa del Rey suma 337 minutos (aportando un gol en el 0-3 en Eibar) y supera el tiempo total de juego que acumula entre sus 12 jornadas ligueras (321'). Pues ya, ni eso.
Empezó muy joven, tuvo ofertas muy buenas para marcharse pero quiso seguir por compromiso con el escudo, sufrió lesiones graves que le apartaron mucho tiempo de los terrenos de juego... Pero nunca lo había pasado tan mal. Muniain termina contrato el próximo 30 de junio, hace mucho tiempo que asumió que no iba a poder seguir en el Athletic Club y aceptaba con resignación su rol secundario. Lo que seguramente no esperaba era marcharse de Bilbao atravesando momentos tan duros siendo capitán y todo un icono histórico del club vizcaíno.