Cosas del fútbol. Ernesto Valverde ha explicado que no quería volver a ser entrenador del Athletic Club y por eso rechazó la primera oferta que recibió para regresar al banquillo de San Mamés, pues no quería entrar en pelear políticas entre candidaturas a la presidencia. Sin embargo, Jon Uriarte le convenció y el 'Txingurri' acabó conquistando el pasado día 6 de abril el "título más especial" de toda su carrera. Ahora, justo después de levantar la primera Copa del Rey de los leones en 40 años y de navegar con la Gabarra por la ría de Bilbao, el técnico extremeño siembra dudas sobre su continuidad en la 24/25, desmiente las informaciones que dan por hecha su renovación por dos años más y asegura que "desde hace semanas está parada" la negociación entre la entidad y sus representantes para acordar una ampliación del contrato que expira el próximo 30 de junio. Sus inesperadas palabras, en la rueda de prensa previa al duelo liguero contra el Villarreal CF, han cortado el rollo a los 'athleticzales' después de muchos días de fiesta.
"Soy entrenador del Athletic casi sin pretenderlo", explicó Valverde, que alegó que no quería entrar en la pelea electoral, aunque al final cambió la "decisión" y ahora se alegra de ello, tras ganar la Copa del Rey. Estaba sin equipo y era el técnico elegido por dos de los tres candidatos. Tanto el ganador y actual presidente, Jon Uriarte, como Ricardo Barkala, que quedó tercero en la votaciones, tenían claro que era la mejor opción. En cambio, el segundo en el recuento de votos, Iñaki Arechabaleta, tenía atado otro regreso ilustre, el del actual seleccionador de Uruguay Marcelo Bielsa.
"Soy entrenador del Athletic casi sin pretenderlo porque cuando llegaron las elecciones tenía claro que, como no me gustan, no iba a participar bajo ningún concepto. A última hora cambié mi decisión por determinadas cuestiones, también por amigos muy próximos a mí y gracias a esa decisión ahora soy partícipe de algo increíble", se felicitó en la rueda de prensa previa al partido de este domingo ante el Villarreal en San Mamés (18:30 horas), reconociendo que desde el partido en La Cartuja a la multitudinaria celebración del jueves en Bilbao ha vivido "una de las cosas más emocionantes, si no la más emocionante" de toda su carrera deportiva como futbolista y entrenador.
Teniendo en cuenta su relato y lo feliz que está de haber rectificado, la siguiente pregunta era obligada: cuándo va a firmar los dos años que le ofrece renovar el Athletic, según las noticias que llegan desde Bilbao desde antes de la final de Copa. No obstante, dejó fríos a todos los presentes al sembrar sudas y asegurar que "tras la vorágine de las últimas semanas, desde la semifinal copera que ganaron al Atlético de Madrid y con la final que tenían por delante, este asunto está parado". No obstante, confía en "que no haya "ningún problema. Supongo que ya hablaremos y espero que no haya ningún problema en ese sentido", añadió.
El técnico nacido en Viandar de la Vera (Cáceres) aunque criado en Euskadi, quiso "mandar un abrazo a la familia del peñista extremeño Gerardo Flores", que falleció el jueves durante la celebración y que había estado también en Sevilla, viendo la final. Además de para la entregada afición, Valverde también tuvo palabras para anteriores generaciones de jugadores y entrenadores que no consiguieron ningún título con el Athletic, y también para "los campeones del 84", que les acompañaron el jueves por a Ría y le sirven "de inspiración". Ahora, pide aterrizar y seguir luchando en LaLiga por intentar quedar en zona Champions, algo que se complica con la polémica victoria del Atlético ante el Girona.
"La afición nos demostró su fe y su devoción inquebrantable hacia nosotros que a veces nos estremece y nos toca muy dentro. Ojalá esto nos impulse. Lo ocurrido lo significa todo, mucho o muchísimo para mí, porque sé lo que significa este título para el Athletic después de 40 años. Hemos sido un equipo muy pesado e insistente y de ahí este éxito. Siendo del Athletic, las alegrías son dobles, triples, cuádruples...", apostilló. Que no sea la última alegría suya en el banquillo de San Mamés, desea ahora la hinchada rojiblanca tras sus inquietantes palabras.