Como viene siendo habitual durante toda la temporada, no faltó una importante ración de polémica en el encuentro del Celta, esta vez en San Mamés ante el Athletic Club, correspondiente a la jornada 13 de la Liga EA Sports. Un apasionante choque en el que no faltó de nada: goles anulados, penaltis y un final de locura. Pero, en esta ocasión, los gallegos no tienen muchas razones para quejarse, por lo que el gran señalado no es otro que Rafa Benítez, que podría estar viviendo sus últimas en el banquillo celeste después de sumar su octava derrota de la temporada.
Muy pronto, en el minuto 16, llegó la primera acción protestada por los vigueses. Iago Aspas avisaba y batía a Unai Simón, si bien las líneas del VAR se encargaban de demostrar que Larsen estaba más adelantado en el inicio de la jugada. A la segunda, diez minutos después, el de Moaña sí partió por poco en posición legal y su gol subió al marcador, aunque el Athletic se quejó tímidamente de una falta del atacante en la pugna con Paredes.
Lo mismo sucedió en el gol del empate, obra de Sancet, protestado por Benítez y los suyos al entender que hubo infracción de Vesga sobre Starfelt, si bien pareció escaso contacto para que el defensa se fuese tan fácil al suelo. El VAR revisó la jugada y, mientras tanto, Aspas quitaba el balón del centro del campo para enviarlo a la zona de la supuesta falta, viendo por ello la amarilla, que luego pediría sin éxito para Sancet por una falta sobre él mismo.
Ninguna de las dos acciones previas a los goles parecieron merecedoras de falta y, por tanto, ambos tantos subieron al marcador. Pero los colegiados tuvieron mucho más trabajo tras el descanso, al que se llegó con 2-2 en el electrónico. Para empezar, hubo otro gol anulado al Celta en el 64, pero Larsen ni siquiera lo celebraba, consciente de que estaba en fuera de juego, y en el 71’, Pulido Santana acudía al monitor del VAR a revisar una mano de Guruzeta en el área, pitando un penalti a la postre fallado por Aspas.
Pero la traca definitiva estaba reservada para el final. Con empate a tres en el marcador, De Marcos cayó en el área del Celta después de que Unai Núñez le golpease con los tacos en el muslo en el minuto 94. Penalti claro, si bien esta vez Pizarro Gómez no informó a Pulido Santana desde la sala VOR. Sí lo hizo, en cambio, en el 96 con la mano de Mingueza, tan tonta como clara, pese a las protestas gallegas. Berenguer no falló y Benítez puede tener las horas contadas.