Manu Sarabia no puede más. El que fuera jugador del Athletic, tras casi cuatro décadas, ha roto su silencio y lo ha hecho para contestar, de una vez por todas, a los ataques del que fuera su entrenador en el conjunto rojiblanco, Javier Clemente. Con la meta de “poner freno de una vez a la escalada de mentiras e insultos” en las que “lleva instalado desde hace más de tres décadas”, ha afirmado que “durante cuatro temporadas fui víctima de acoso laboral” por parte de quien fuera seleccionador español. Durísimas acusaciones que reflejan que a quien vistiera la camiseta de los ‘leones’ se le ha acabado la paciencia con el preparador, muy contundente siempre en sus declaraciones.
Con la publicación de sus memorias, ‘Chaval, ¿quieres venir al Athletic?’, Manu Sarabia se desahoga, y, después de tanto tiempo, se expresa sobre Javier Clemente. Su objetivo es “romper ese silencio” y “dar mi versión” acerca de lo que ocurrió entre los años 1981 y 1986. No en vano, ante los problemas que surgieron entre ambos, el conjunto de San Mamés terminó despidiendo a su entrenador, un mito en la entidad, y se produjo una división en la afición que costó tiempo en resolver.
En un capítulo concreto, Sarabia ha decidido contestar a Javier Clemente y, por vez primera, de un “conflicto” que le situó “en el ojo del huracán, que unió mi nombre a la mayor crisis de la historia del club e hizo que la palabra ‘polémica’ se vinculara a mi carrera futbolística”.
“Cuando se cesó a Clemente y el presidente Aurtenetxe pidió seguir adelante y tratar de cerrar el tema, yo decidí hacerle caso y encerré bajo siete llaves mis recuerdos. Durante más de 38 años, he seguido a rajatabla la decisión que tomé entonces de no hablar de aquella situación y sobre todo, de no responder a las continuas provocaciones que he recibido por parte de Clemente a lo largo de todos estos años”, expresó Sarabia, que dejó claro que “no vivo de la bronca y la polémica, no es mi estilo. Y, además, no he querido retroalimentar al personaje, aunque soy consciente de que el silencio me ha hecho daño”.
“Por una parte, porque creo que conviene ordenar las ideas y aportar todos los datos. Y por otra parte, he decidido poner freno de una vez a la escalada de mentiras e insultos en la que Clemente lleva instalado desde hace más de tres décadas. Reconozco que algunas cosas que he leído y oído en los últimos tiempos han tenido mucho que ver en esta decisión que he tomado. Declaraciones en las que me califica de medio golfo, mala persona y mal compañero, y me acusa de acabar con el fenomenal ambiente deportivo que existía en el equipo”.
Sarabia, “para finalizar”, también expresa que lo hace “porque me parece absolutamente injusto que en el recuerdo de la gente pueda quedar que yo fui corresponsable de la mayor convulsión en la historia del Athletic. Corresponsable de un conflicto que marcó la trayectoria de ambos y de la entidad, y que hizo que una afición, que siempre se había mantenido unida y fiel a su equipo, se dividiera. Con el paso de los años creo que el tema se está desdibujando y banalizando, por lo que creo conveniente poner negro sobre blanco lo que ocurrió”.
“A finales de los noventa y en los 2000 se comenzó a hablar abiertamente sobre este problema en el trabajo. Se dieron pautas para reconocerlo y afrontarlo y acabé identificando que durante aquellos cuatro largos años, fui víctima de acoso laboral por parte de Javier Clemente”, reconoce en el libro, escrito junto a su esposa, Begoña Armesto.
“Viví una situación abusiva, de acoso, por parte de Javier Clemente. Un sinsentido que, con el paso de los años, me produjo un gran desgaste psicológico que pudo haberme hundido, pero que no lo hizo gracias a mi fortaleza y gracias al apoyo de mi entorno más cercano”, continuaba un Manu Sarabia más contundente que nunca.
“¿De dónde venía su obsesión conmigo? Mi tesis es que solo se puede entender lo que hizo por una animadversión insuperable hacia mí. En este análisis hay que valorar su afán de protagonismo, que le hacía sentirse mucho más cómodo en un equipo homogéneo, regular, sin jugadores destacados, y sumiso. Un equipo donde él fuera el que mandara y el que destacara, lo que le llevaba a defenestrar a todo aquel que considerara que le hacía sombra o que le plantara cara”, reveló.
Desde su punto de vista, el conflicto fue “una invención, una gran mentira que urdió Clemente con el único objetivo de echarme del Athletic y que supondría la mayor crisis en la historia de la institución. Y consiguió generar dudas gracias a un montón de mentiras y graves insinuaciones”.