Ernesto Valverde, entrenador del Athletic Club, ha pasado por la sala de prensa del Estadio de La Cartuja de Sevilla, escenario de la gran final de la Copa del Rey que este sábado enfrentará al conjunto bilbaíno y al RCD Mallorca. El 'Txingurri' detecta cierto empeño en pintar a su equipo como favorito, pero no le faltan tablas para hacerse impermeable y provocar que le resbalen todos los comentarios que se puedan decir. No quiere distracciones, pues sabe que el cuadro balear ha eliminado a grandes equipos para llegar hasta aquí y siempre vende cara su piel. Asume la responsabilidad, sobre todo por la ilusión que hay en la afición; pero no quiere que sus jugadores sientan la presión de las cinco finales perdidas por los leones en lo que va de siglo XXI.
"Bueno, no sé si en una final se puede hablar de víctimas o favoritos. Seguramente sí, pero dependerá de quién juegue. Si tenemos en cuentan los equipos que llegamos, no hay favoritos. Ahora mismo estamos por encima del Mallorca en la tabla, pero los partidos en los que hemos jugado siempre se han caracterizado por ser partidos igualados, a excepción del último. Realmente nos da igual lo que se considere desde fuera, si uno se ve como más favorito que el otro. A mí no importaría reconocer que somos favoritos siempre que por eso nos regalen un gol, pero como no me lo van a regalar, decir que soy favorito creo que es motivar al contrario. Entonces, el partido está abierto. Ellos tienen las mismas posibilidades que nosotros. Y todo esto, cuando empiece a rodar el balón no significa nada. Hay que pelearlo. Y vamos a hacerlo".
"Nosotros estamos bien, contentos de estar aquí. Aquí estamos, llevamos desde el principio de temporada pensando y soñando con estar en este campo y en luchar por esta final... Y ya estamos aquí. No tenemos, además, nada que nos haga pensar que tenemos un exceso de responsabilidad. Obviamente, la responsabilidad que tenemos es la de intentar ganar siempre, que es lo que hacemos, pero al final somos un equipo que ha jugado cinco finales y hemos perdido las cinco en el siglo XXI. Entonces hemos sufrido cuando no tenemos nada que perder.
"Cuando no tienes nada, no tienes nada que perder, así que está claro que venimos aquí sin nada pero a intentar ganarla y, bueno, no sólo por intentar agradar a nuestra afición, que también, sino porque estamos aquí y es nuestra obligación. Tenemos una responsabilidad, un poco con el club que representamos, que siempre quiere ganar y desde muy pequeños nos enseña a luchar por ganar".
"Para empezar, que se juega en territorio neutral (en la de 2015 jugó contra el Barça en el Camp Nou). Eso ya está bien. Era un rival que venía de ganar la Champions, LaLiga, la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes... Fuimos capaces de ganarles la Supercopa de España, pero luego en la final de Copa había mucho desequilibrio. Nosotros veníamos de pasar momentos complicados y ellos estaban pletóricos. Eso sí, en cuanto a la ilusión de jugadores y afición, veo la misma en aquel partido y en éste. Es una final más igualada y por lo tanto, más abierta".
"¿Qué me preocupa? Pues está claro que es un equipo correoso, que intenta hacer largos los partidos y lo consigue, que es muy difícil de traspasar, que tiene mucha solidaridad entre sus jugadores, que es muy peligroso en la estrategia, muy peligroso con los jugadores de arriba y que plantea una presión muy alta, colocándose hombre a hombre y siendo muy valiente en ese sentido. Intentaremos hacer nuestro juego teniendo en cuenta sus características. Ellos harán lo mismo. Imaginamos lo que ellos imaginan. Habrá diferentes momentos en la final y veremos qué ocurre".