Desde siempre se había dicho que la historia de los hermanos Williams, desde la sufrida odisea de sus padres hasta la elite del fútbol mundial, da para una película. Tanto era así que Raúl de la Fuente ha convertido el dicho en hecho para contar una de esas historias que merecen ser contadas. El hermano mayor, Iñaki, ha asumido durante gran parte de su vida la responsabilidad como primogénito de abrir camino al pequeño Nico. Primero lo hizo en la vida, en el día a día en Bilbao, y luego en el Athletic Club. El '9' siempre ha sido el espejo del '10'; pero para este nuevo proyecto se han cambiado las tornas y ha sido el referente de la selección de España el que ha arrastrado al internacional por Ghana.
"Somos dos hermanos que se quieren y se odian de vez en cuando, que están cumpliendo un sueño y disfrutan el día a día como dos niños. Nuestra historia ha emocionado a muchos. Ojalá ayude a que el mundo vaya un poquito mejor", aseguraba Iñaki tras la proyección en Bilbao del documental 'Los Williams', cuando era preguntado por los medios de esa relación tan especial que le une a Nico y lo especial de poder compartir vestuario en el Athletic, a pesar de que ambos han tenido múltiples ofertas tentadoras para progresar de manera económica en su carrera. Sin cerrarse puertas, ese sueño común permanece fuerte por encima de cualquier canto de sirena.
La familia siempre es lo primero y eso es algo que los Williams pueden decir en sentido metafórico, por la especial relación que viven en el vestuario de San Mamés, y en el plano más literal, que es el que han querido plamar en el documental sobre sus vidas: "Tener una cámara tan cerca durante tanto tiempo me ha costado, eso es verdad. Mi hermano fue el que me convenció para grabar esta película. Ahora viendo el resultado estoy superorgulloso de lo que hemos conseguido y de lo que vamos a transmitir. Han sido años de muchas decepciones pero también de muchas alegrías. Esto va a quedar de legado. Espero que esto traspase fronteras y que cambie muchas mentalidades".
"Supongo que podemos llegar a conseguir cambiar muchas mentalidades. Cuando iniciamos este proyecto sabía que en el País Vasco todo el mundo conocía ya nuestra historia, pero ahora puede llegar más lejos y hacer que la gente empatice, que ayude sin recibir nada a cambio. Eso es lo que hemos tenido la familia Williams de mucha gente que nos ha ayudado sin recibir nada a cambio", ha añadido el delantero, desde la gratitud por el esfuerzo de sus padres para revelarse y cambiar las penurias que el destino les tenía reservadas por un porvenir mejor para sus hijos.
"Sólo pienso que en el fútbol hay veces que vale todo y esa barrera se puede romper. Hay muchas veces que la gente, en vez de ir al estadio a animar a su equipo, descarga su frustración en los jugadores. El fútbol es un foco que es muy poderoso, abre ventanas para muchas personas y representa otros valores que muchas veces se pierden. A día de hoy está habiendo muchos cambios, ya se está condenando a las personas que hacen esto. Esto puede hacer que el fútbol cambie y vaya todo a mejor", reflexionó Iñaki Williams, sobre cómo ha vivido un racismo que asegura que le ha golpeado más dentro que fuera de los estadios.
"Mi madre lo es todo para Nico y para mí. Nuestro padre tuvo que emigrar. Mi madre tiene coraje, superó muchas miserias conmigo dentro. Nos ha dado todo. Todo lo que hagamos nosotros por mis padres es poco. Estaremos siempre agradecidos y le tenemos muchísimo respeto. Es la 'jefa' y daríamos la vida por ella. Es una luchadora y ahora su historia la verán miles de personas. Queremos que la gente empatice con los que vienen de fuera para buscar un futuro mejor", añadía Iñaki. "Recuerdo verlo junto a mi hermano en una concentración y echarnos a llorar. Escuchar a mi madre sobre cómo cruzó el desierto te hace reflexionar qué hubiese pasado si no lo hubiesen hecho. Igual estaríamos en la situación de los chavales de África que salen en la película", remarcaba Nico Williams.
En la presentación de la obra en Bilbao, estrenada la semana pasada en el Festival de Cine de San Sebastián, los hermanos Williams estuvieron acompañados por su familia y por su gente más cercana en sus inicios en la capital vizcaína y en Pamplona. También les arroparon su gente del Athletic, desde el presidente Jon Uriarte y el entrenador Ernesto Valverde al grueso de la plantilla.