A sus 37 años, Raúl García puede presumir de ser el único jugador de la plantilla del Athletic Club en tener una Copa del Rey en su palmarés. La consiguió en 2013 cuando jugaba en las filas del Atlético de Madrid, aunque como él mismo ha recordado, ha perdido alguna que otra. "Son cosas que quizá no sabemos porque son datos que hay veces que tenemos que buscarlos. Tengo la experiencia de varias finales de Copa y una victoria. Como digo siempre, desde la experiencia intentaré ayudar en lo que pueda", ha recordado en una entrevista para Marca.
Su palmarés también lo adornan un título de Liga, una Europa League, dos Supercopas de España y otras dos de Europa, lo que además de ser el futbolista más veterano, lo convierte en el más laureado de la plantilla, algo que intentará usar en beneficio común. "Hay de todo y depende de la personalidad de cada uno. No sólo hablas con los jóvenes, también hay más veteranos a los que también les gusta hablar de sus experiencias y de lo que hemos vivido los demás. Al que viene a preguntar intentas ayudarle y demostrarle la tranquilidad que hay que tener en estos momentos, pero luego cada uno es el que lo tiene que afrontar a su manera", ha explicado.
La mayoría de aficionados al fútbol da al Athletic como gran favorito pero la realidad indica que esto muchas veces no sirve de nada, y Raúl García ha avisado del peligro que tiene el creerse favoritos: "Muchas veces el exceso de ganas o los nervios puede hacer que te equivoques y esos momentos son los que pueden decidir. Hay que quitar de la cabeza al entorno y a la gente que muchas veces habla de fútbol a la ligera de que fácil no hay nada. El Mallorca es un equipo que hace muy bien las cosas y que si está en esta final es por méritos propios. Es un equipo muy trabajado, que hace las cosas muy bien y ha eliminado a equipos de gran potencia. Tenemos la confianza de que haciendo las cosas bien podemos ganar, pero al mismo tiempo el respeto al Mallorca es máximo y real porque es un equipo muy complicado".
En la grada de La Cartuja estarán sus hijos: "Cambia la perspectiva. Cuando eres padre relativizas mucho más todo y cuando vienen las alegrías quieres que sean para ellos y cuando vienen mal dadas pretendes que no lo sufran. Es especial y bonito. Los momentos malos los ha tocado vivirlos y en los buenos tienen que estar sí o sí".
Por último, Raúl García ha reconocido que a las puertas de cumplir 38 años, levantar un título, sería algo muy bonito pero no piensa por ahora en nada más allá: "Esto es el día a día, igual que cuando tenía 20 años. Lo vivo de la misma manera. Cuando tenga que llegar el final llegará, pero no quiero distraerme en eso".