Oscar de Marcos refuerza día a día su condición de leyenda en el Athletic Club de Bilbao. Si el de Laguardia tiene minutos el próximo domingo en la visita a Sevilla para medirse al Real Betis en la jornada 26 de LaLiga, alcanzará la meritoria barrera de los 400 partidos en Primera división y sumará la friolera de 521 encuentros oficiales como futbolista rojiblanco. El carrilero diestro, pese a que por diversos motivos le cuesta estar en su plenitud física, está cuajando una gran temporada, siendo uno de los nombres destacados en la excelente campaña que están firmando los leones, lo que le lleva a plantearse su continuidad. A sus 34 años, el '18' es uno de los ocho futbolistas de la plantilla que acaban contrato el próximo 30 de junio y ha reflexionado en voz alta sobre esa margarita que no termina de deshojar en un club en el que se siente "un afortunado" y plenamente agradecido a sus principales mentores: Joaquín Caparrós, Marcelo Bielsa y Ernesto Valverde.
En estos 520 partidos que suma con el Athletic, De Marcos ha aportado la nada despreciable cifra de 38 goles y 59 asistencias a pesar de que en la mayoría de los choques ha jugado como defensor. Esta 23/24 es su decimoquinta temporada en el conjunto vizcaíno y ha sido preguntado por ETB sobre su predisposición a jugar un 16º año en la 24/25. En este sentido, insistió en que aún no ha tomado esa decisión, admitiendo que alberga diversas dudas y dejando caer que ni siquiera tiene claro que el club quiera seguir contando con sus servicios: "No lo pienso mucho, no tengo la decisión tomada. Valoro muchas cosas, también mi familia y el club igualmente las tienen que valorar. Lo he pensado años atrás, ahora mismo las cosas van bien, estamos disfrutando del año y lo importante es eso".
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En este sentido, De Marcos resaltó que le empujan a seguir el gran ambiente que se vive en el vestuario, el buen juego del equipo y la ilusión que se respira en la afición al estar quintos en LaLiga, luchando por la Champions, y a sólo un pasito de la final de Copa del Rey tras el 0-1 en la ida de semifinales contra el Atlético. "Estamos en un buen momento, estamos ilusionados como creo que lo están todos los 'athleticzales'. Intentaremos acabar bien la temporada, que va a ser muy duro", dijo mostrándose prudente y rechazando vender la piel del oso: "Hay que jugar el jueves. Es la realidad, en todas las semifinales y finales de Copa que hemos jugado siempre vemos la opción de conseguirlo porque tenemos mucha ilusión, eso nos da ese empujón. Será un partido muy complicado contra el Atlético. Hay que valorar el camino, la noche del Barça fue muy especial, típica de San Mamés. Se nota al día siguiente en la calle y a nosotros eso nos encanta".
Si este fuera su último año en el Athletic -se habla de Andoni Gorosabel (Alavés) como posible recambio-, y con independencia de cómo termine la temporada, De Marcos se quedaría con muchísimas cosas buenas: "Me quedo con todos los compañeros que he tenido, con el día a día, con las amistades que he generado gracias al fútbol... Eso no se va a perder nunca. Al final, son muchas cosas las que vivimos, pero el día a día del Athletis es muy bueno y eso es lo que hace que sea una familia. No sólo hay buen ambiente con los compañeros del campo, sino también con los empleados, con los aficionados… El Athletic te da mucho, estar aquí tantos años hace que tengas otra vida dentro de tu vida".
Durante su charla con la televisión autonómica vasca, De Marcos siguió haciendo balance anticipado de su exitosa trayectoria en el Athletic remarcando a los tres entrenadores que más influencia han tenido en su carrera: "Caparrós es el que apostó por mí, le estoy muy agradecido; Bielsa es el maestro, el profesor que me enseñó todo lo que en ese momento no sabía, la dedicación en persona y alguien que me cambió como futbolista; y Valverde es un padre para mí, el técnico con el que más tiempo he estado y que, en realidad, es un padre para todos nosotros, porque dice poco pero todo lo dice bien".