El futuro de Valverde en el Athletic

El entrenador rojiblanco ha deleitado a los numerosos periodistas congregados en la sala de prensa del Estadio de La Cartuja con una autética exhibición de calma, mesura, autocontrol y nervios de acero. Contestaba a todo, pero sin dejarse distraer por nada. Sin duda, es un tío tranquilo, envidiablemente tranquilo

Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

Ernesto Valverde es el hombre inalterable. Tiene nervios de acero y sabe aislarse de la presión como nadie. Lo ha demostrado este viernes, cuando ha cubierto a la plantilla del Athletic Club con su impermeable para que le resbalen todo tipo de habladurías sobre presión o favoritismo en la final de la Copa del Rey que los leones disputan este sábado contra el RCD Mallorca en el sevillano Estadio de La Cartuja. Si no habla e incluso se niega a pensar cosas que puedan suceder a lo largo del partido, la tarea de sacarle reflexiones a posteriori es misión imposible. Las esquiva todas. Eso sí, con exquisita educación y con un sentido del humor digno de ser valorado. El extremeño es un especialista en quitarle dramatismo a las cosas. Y de su futuro, pues ya hablará otro día. Concretamente, mañana.

Valverde, entre bromas, ha prometido a Iván Díaz, redactor de ESTADIO Deportivo, que si mañana le vuelve a preguntar lo mismo después de la final... igual tiene suerte y le contesta. La pregunta es cuestión era que si el resultado de este duelo copero puede determinar la decisión que tiene que tomar con respecto a su futuro. El verano pasado firmó sólo por un año más y queda libre este junio de 2024, aunque tiene sobre la mesa una opción para prorrogar su estancia en San Mamés dos campañas más y seguir hasta 2026. ¿Qué va a pasar? Pues quizás mañana se sepa algo. "Mañana te lo digo, después de saber el resultado de la final. Ahora mismo, creo que me va a influir poco, porque no pienso demasiado en eso", respondió el míster rojiblanco a la pregunta de este periódico, siguiendo la línea de lo contestado por Iker Muniain ante la misma pregunta.

Tanta flema había en sus declaraciones, que una de las preguntas fue diréctamente la de '¿Cómo puede estar tan tranquilo?'. "Vamos a ver, el Athletic siempre desplaza muchos aficionados porque entienden lo que significa jugar una final para este club. Nos demuestran su compromiso con este equipo y entre todos demostramos la grandeza que tiene el club. El ambiente se disfruta, incluso más importante que el resultado. Es una oportunidad más para ganar, pero como en cualquier otro partido. Hay muchos periodistas aquí, hay una gran expectación por esta final, pero sólo se trata de un partido de fútbol. Y justo eso es lo que nosotros sabemos hacer, jugar al fútbol. Ya está".

"No, no pensaba en vivir momentos como éste porque nunca pienso esas cosas. A la hora de tomar decisiones como la de volver piensas mucho más allá. Ahora estoy aquí, gracias al gran trabajo que ha hecho el equipo en todo este tiempo y no me planteo qué puede pasar dentro de tres semanas, de cuatro o de seis meses. Me centro el día a día y en conseguir los objetivos que vamos alcanzando", añadió, admitiendo, con sus característicos matices, que es el partido más importante de su carrera como entrenador del Athletic:"Ahora mismo sí es el más importante. Dices, 'Efectivamente, pero antes el más importante fue el anterior era el del Atlético, porque si no, no estaríamos aquí. Y así con el anterior y el anterior del anterior. Sé la importancia que este partido tiene para todos si pudiéramos ganar, pero eso no se sabe".

"Las finales siempre están señaladas en todos los calendarios. Todos los equipos quieren estar aquí, pero los que estamos somos el Mallorca y nosotros. Sí, es muy importante", expuso, lamentando no poder cambiar ninguna de las Copa del Rey que ganó como jugador y como entrenador (con el Barça). "¿Eso cómo se hace? ¿Por el túnel del tiempo como en el coche aquel que iba hacia atrás? Claro, estoy ahora aquí luchando por esta Copa, miras atrás y puedes pensar, 'Bah, aquellos títulos ya están amortizados'. La realidad es que no puedo cambiar nada". Pues eso, Ernesto Valverde en estado puro. Un tipo tranquilo.