El jugador del Athletic Club, Iker Muniain, lleva 20 años luciendo las franjas rojas y blancas de la camiseta del conjunto bilbaíno, donde todo apunta a que está viviendo los últimos meses de esta larga aventura que empezó cuando sólo tenía 12 años y fue fichado del UDC Chantrea de su Pamplona natal. El mediapunta de 31 años acaba contrato el proximo 30 de junio y su papel con Ernesto Valverde está siendo bastante secundario. No obstante, antes de pensar en la posible cercanía del final de un ciclo en el que ha invertido toda su vida, el futbolista navarro tiene muchos retos ilusionantes por delante, ya que en estos últimos meses de la temporada luchará por defender la cuarta plaza liguera que ostenta en la actualidad y que dará pasaporte a la Champions, además de convertirse en el primer capitán en levantar una Copa del Rey en los últimos 40 años.
Además, el '10' ha encontrado el mejor sucesor posible para continuar su legado en la familia 'athleticzale'. Menudito, rubio, eléctrico, apasionado de la pelota... No hay mejor candidato para heredar algún día esa camiseta que Iker Muniain Júnior. Se llama como su padre, pero los que le han visto jugar este fin de semana en la Ford Crevillent Cup dan buena fe de que padre e hijo comparten mucho más que nombre, apellido y sangre. El poder de la herencia genética es innegable viendo jugar al joven jugador del Benjamín del Athletic Club que está compitiendo en este torneo de cantera en tierras alicantinas y que sueña con emular los grandes registros de su papá.
En las gradas de la Ciudad Deportiva Juanfran Torres de Crevillent estaba un henchido Iker Muniain Sénior, que aprovechando el parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales viajó a tierras levantinas para apoyar a su pequeño. Desde allí atendió a las cámaras de DAZN esbozando una sonrisa de orgullo paternal cuando el periodista le transmitía, mirando al terreno de juego, que era indiscutible que el rubito que llevaba la pelota era su hijo: "Bueno, estamos aquí acompañándole. Yo también tuve la suerte de poder vivir estos torneos cuando era pequeño y ahora lo vivo desde otro lugar, pasándolo bien acompañando a mi hijo y a sus compañeros".
"Son muy pequeños, disfrutan mucho con estos torneos y es una ilusión muy grande para ellos. No dejan de ser niños, tienen que jugar, tienen que divertirse y nosotros estamos aquí para acompañarles", añadía, confirmando que todo el mundo le dice que, pese a tener sólo 9 años, ya recuerda muchísimo a aquel niño al que apodan 'Burt Simpsons' que en su día batió récords de precocidad: "Bueno, sí, sí se parece a mí. Él juega arriba, como yo, pero ahora lo importante es que juegue y que aprenda de los entrenadores, que para eso están. Que vaya acumulando experiencias, porque de eso se trata".
Además de emocionarse como padre, Iker Muniain revive junto a su pequeño esas vivencias que tanto le llenaron cuando era un crío: "Esto es algo maravilloso cuando eres un niño pequeño que empiezas a jugar al fútbol con todas las ilusiones, te fijas en tus ídolos porque les ves por televisión y tienes la oportunidad de jugar estos torneos que son muy bonitos. Hay muchos equipos que pertenecen a clubes de Primera división y eso para un niño es un sueño y una ilusión muy grandes. Les digo que lo aprovechen, que lo disfruten y eso que se llevan".