Athletic
Mallorca
No podía ser otro distinto a él. Nico Williams tuvo las ocasiones más claras del partido, asistió a Sancet en el 1-1 del Athletic ante el Mallorca, vio cómo le anulaban un golazo por apenas centímetros de posición adelantada, tuvo al menos dos más para evitar la prórroga, primero, y los penaltis, poco después. Ya casi al final incluso acabó de bruces en el césped al intentar frenar y arrancar porque las piernas no le daban para más... El menor de los hermanos hizo una final de la Copa del Rey superlativa, se quitó la espinita del año pasado y la RFEF lo reconoció concediéndole el Trofeo MVP al mejor del encuentro. Al término del choque le costaba contener la emoción y habló en su nombre y en el de Iñaki Williams para sacar del alma una bonita dedicatoria dirigida a sus padres, por tantos esfuerzos para darle la mejor vida posible. Y vaya si la encontraron. El abrazo entre lágrimas de los dos hermanos resume gráficamente todo lo que intentó explicar luego.
"He soñado mucho tiempo con esto, con mi familia, con mi hermano, con todos mis amigos. Lo hago todo por ellos, por mi familia, especialmente por los que han luchado día tras día. El año pasado pasamos una mala racha, desgraciadamente yo fallé en dos ocasiones clarísimas para pasar a la final y, como siempre digo, el plan de ellos es perfecto, nos ha tocado y estoy contento", destacaba Nico Williams sobre el césped de La Cartuja tras su espectacular partidazo.
Hijos de inmigrantes que las pasaron 'canutas'. María y Félix, los padres de Iñaki y de Nico dejaron Ghana, atravesaron el Sahara en busca de una vida mejor. Saltaron la valla de Melilla. Detenidos luego, les salvó un ángel de la guarda, un abogado les dijo que si decían en la frontera con España que venían de un país en guerra, sería más sencillo el asilo político. Y así fue. Vinieron 'oficialmente' de Liberia. Luego, una persona de Cáritas les dio el nombre de un sacerdote en Bilbao, Iñaki Mardones, que fue clave en el resto de la aventura. Iñaki, de hecho, se llama así, por él.
"Estar aquí es un sueño: del barrio hasta grandes historias como ésta", dijo el menor de los hermanos Williams recordando su historia vital. "Siempre he sido el hermano de Iñaki y ahora me estoy haciendo un nombre", se felicitó, al pasar también por sala de prensa. Tras celebrar el título en el campo, Nico dijo que estaba ya "con ganas de volver a Bilbao para celebrarlo" y aseguró que en el Athletic le "quedan muchos años". "He llorado. Esta afición se merece todo y más", añadió reafirmando su arraigo por este club.
El vertiginoso extremo del Athletic y de la selección española confesó que, por muy cansado que está, tiene unas ganas locas de fiesta: "No puede esperar más", señaló al ser preguntado en RTVE por ese momento en que la entidad bilbaína saque su Gabarra a la ría para celebrar, 40 años después, que son campeones de la Copa del Rey tras vencer este sábado por penaltis al RCD Mallorca en el Estadio de La Cartuja de Sevilla.
"No puedo esperar más a ese día, la verdad es que tengo unas ganas increíbles. Estoy superfeliz de poder hacer historia con este club, que es el club de mi vida, y ojalá que disfrute todo el mundo y que estén contentos", añadía Nico Williams, después recoger el trofeo como mejor jugador de la final. "Esto es increíble, hemos sido historia, el equipo ha trabajado, la afición siempre está con nosotros, se lo merecen y ahora a disfrutarlo", comentaba el '11' del Athletic.
"Se ha luchado muchas veces, se han perdido muchas finales y este club se lo merece, todo el Athletic, la afición... Ha sido duro, pero a los que somos del Athletic nos gusta sufrir, siempre luchamos hasta el final, lo hemos dado todo hoy, he corrido hasta no poder ni andar, espero que la gente lo disfrute como lo voy a disfrutar yo y enhorabuena a ellos también. El míster se lo merece mucho, por todo su trabajo. La verdad es que hasta cuesta asimilar la victoria. Ahora lo único que quiero es disfrutar", añadió luego antes las cámaras de Movistar+.