Por fin, el Athletic Club es campeón de la Copa del Rey después de cuatro décadas de travesía por el desierto y hay un apellido que no sonará demasiado a vasco, pero que es más de Bilbao que las Siete Calles o la Virgen de Begoña. El MVP del igualadísimo choque con el RCD Mallorca fue Nico Williams, que también fue protagonista en zona mixta por sus palabras garantizando su continuidad "muchos años más", una promesa refutada también por Ernesto Valverde. No obstante, aunque en el campo no estuvo tan acertado como su hermano menor, sin duda el 'MVP de la celebración' fue Iñaki Williams. Primero, con un abrazo entre lágrimas con Nico al emocionado grito de 'Lo hemos conseguido' o 'Nos lo merecemos'; luego, con un euforico audio que le ha llegado a media España por WhatsApp o por cualquiera de las redes sociales y que hay quien interpreta como zasca para Alex Remiro; pero especialmente, hoy se habla de él por un detalle muy sutil que tiene enamorada a toda la afición rojiblanca.
El mayor de los Williams no quería hablar mucho de la final en la previa, fue uno de los primeros en revelar que en el vestuario estaba prohibido pronunciar la palabra Gabarra y que se referían a la embarcación en la que el Athletic celebra sus títulos como 'La Innombrable'. Incluso tenía su propio lema para esta edición de la Copa del Rey: 'A lo Bajini', pues así querían llegar a la final y ganarla, sin hacer mucho ruido, sin despegar los pies del suelo, sin soñar más de la cuenta y sin sentirse favorito en ningún momento. Esas tres palabras aparecían serigrafiadas en la camiseta retro de la marca Kappa que el delantero internacional con Ghana se enfundó en las celebraciones sobre el césped de La Cartuja.
La imagen en cuestión fue muy comentada, pero escondía un detalle más que sólo fue detectado por los más fieles seguidores del Athletic y del propio Iñaki, que además de lucir el lema estaba rindiendo un homenaje silencioso a su familia y a su propia infancia. Y es que esa misma camiseta es la que luce en su foto de perfil en las cuentas que tiene en X o Instagram. Es una foto de niño, cuando no tendría más de 2 ó 3 años, y ya llevaba sangre rojiblanca en sus venas.
Esa camiseta era también un tributo al sufrimiento de su padre y de su madre, que embarazada de él cruzó África, saltó la valla de Melilla, fue detenida y pasó por mil calvarios hasta poder llegar a Pamplona, donde nació el '9', antes de mudarse siendo aún un bebé a Bilbao, ciudad que vio nacer a su hermano Nico -quien también tuvo una emocionada dedicatoria para sus progenitores-. Es un gesto para dar las gracias al párroco Iñaki Mardones, que ayudó tanto a su familia que él recibió ese nombre en señal de gratitud eterna.
Esa elástica 'vintage' del Athletic de mediados de los años 90 es un enamorado guiño a quienes le hicieron sentirse plenamente identificado con su identidad de vasco, de bilbaíno y de seguidor 'athleticzale'. Ahora también es un ídolo y una parte muy importante de la historia de ese mismo club que aprendió a querer desde niño, cuando aún era ajeno al infierno que habían pasado sus padres para poder verle con esa sonrisa dibujada en la cara. "Sueño desbloqueado", apostilló de manera consisa. No se puede decir más con menos. Su gesto ha enternecido a todos los hinchas rojiblancos, que le han trasladado su cariño con muchísimas respuestas, y ha reforzado aún más los vínculos de Iñaki con la tierra que vibra celebrando que Williams es uno de los apellidos vascos más queridos en Bilbao.