Iker Muniain está perdiendo poco a poco el protagonismo en el Athletic Club, así, sin contar el encuentro de Copa del Rey ante el Rubí, el delantero no juega más 70 minutos desde el pasado mes de septiembre cuando los bilbaínos se enfrentaron a la Real Sociedad en el Reale Arena.
Tras ese encuentro, Muniain jugó 8 minutos frente al Almería, estuvo en el banquillo en el choque ante el FC Barcelona, disputó 19 minutos en el empate ante el Valencia y en el último encuentro ante el Villarreal apenas jugó 5 minutos. Sin lugar a dudas un bagaje muy pobre para un jugador que ha sido tremendamente importante en el Athletic Club y que está dando toda una lección de saber estar dentro del vestuario, asumiendo el papel que le toca en estos momentos.
Un ex del Athletic Club de Bilbao, Rubén Uría, segundo entrenador de Marcelino y poco dado a atender a los medios, recibió al diario vasco Deia para hablar, entre otras cosas, de la renovación de Muniain: "Sí. Rotundamente sí. Independientemente de cómo esté, de si juega más o menos. Sí. Igual que pediría la de De Marcos hasta que se jubilase. El aficionado ve el partido y si juega bien o mal, pero los que estamos en la semana, en el día a día, no solamente ves el partido, te quedas con otras muchas cosas. Futbolistas de ese nivel y que llegan los niños del Bilbao Athletic y les arropa, les coge y les dice chavales, esto, tal. Eso tiene un valor incalculable".
Además, Uría habló del vestuario que se encontró cuando junto a Marcelino dirigieron al conjunto vasco: "Es un vestuario totalmente diferente al de todos los clubes donde hemos estado. En el sentido de pertenencia, de amar los colores... y no solo el vestuario. Cuando entras al club, todos los empleados del Athletic quieren tanto al club, que se ponen a tu entera disposición".
En continuación sobre el momento que estará viviendo Muniain en el Athletic Club, Uría fue claro: "Estará sufriendo, sí. Estará sufriendo, estará sufriendo interiormente, pero seguramente que está aportando en el día a día en el vestuario, porque él ejerce de capitán muy bien. Y cuando habla dice cosas con gran sentido y profundas. Y él seguro que aunque ahora en el plano deportivo participando menos, seguro que está ejerciendo de capitán y estará haciendo un papel muy beneficioso para el equipo y para el club".
Uría también quiso hablar de la angustia que pasaron en Francia dirigiendo al Marsella y como los ultras del club galo terminaron forzando la salida del cuerpo técnico encabezado por Marcelino: "Nos convenció Pablo (Longoria), el presidente, por la amistad que tiene con Marcelino. Nos convenció el proyecto al final y aceptamos. Es una experiencia nefasta, de decir, pero cómo pueden unos ultras… No se debería permitir que condicionen de esa manera a un club, que es un club que en Francia tiene mucho adepto, pero van a pasar a ser los odiados. Estábamos bien, no habíamos perdido. Nosotros no notábamos nada. Pero la última semana fue terrible. No se puede permitir que amenacen así a las personas. Eso no puede ser".