En el fútbol de antaño, más de un transistor provocó la salvación o la consecución de un título liguero. Cuando no existían los móviles, muchos eran los aparatos radiofónicos que se encontraban en un campo de fútbol. Sobre todo, en las últimas jornadas, donde más de un aficionado o miembro del banquillo retransmitía lo que acontecía en el resto de campos implicados en un mismo objetivo. Todo un espectáculo que, ahora, también se vive. Pero de otra forma.
Y precisamente el Athletic ha pecado hoy ante el Elche de no echar demasiada cuenta a los resultados de sus rivales directos y de querer solucionar la papeleta por su cuenta. En resumidas cuentas, los de Ernesto Valverde han sufrido un exceso de ambición.
La jornada comenzó mal para los bilbaínos con Osasuna adelantándose al Getafe y el Girona haciendo lo mismo ante el Betis. Y ahí, los nervios empezaron a aflorar en 'La Catedral'. Sin embargo, con el transcurrir de los minutos, el Athletic rozó el gol en innumerables ocasiones y la victoria de los 'leones' parecía cuestión de tiempo. Pero siempre estuvo Edgar Badía para impedirlo.
Y existe una máxima para muchos entrenadores que es la siguiente: "Si en 90 minutos no has podido vencer, no pierdas lo que tienes en el añadido". Pues o Valverde no la tuvo en mente o sus pupilos no le echaron demasiada cuenta. Porque fue precisamente en el tiempo de prolongación cuando el conjunto rojiblanco decidió volcarse más al ataque y, en una de estas, el Elche le pilló desprevenido y le hizo el 0-1 en el 92'.
Pero lo peor de todo es que, hasta ese momento, el Athletic hubiese dependido de sí mismo en la última jornada para clasificarse para la Conference League, porque tanto el Getafe como el Betis le habían dado ya la vuelta a sus marcadores y con el empate en San Mamés, el Athletic se distanciaba de ellos y recuperaba esa ansiada séptima plaza.
Ahora, a los de Valverde les espera el Bernabéu en la última jornada, mientras que Osasuna y Girona se verán las caras en un duelo directo por entrar en dicha zona europea. Sin duda, la peor decisión del Athletic esta temporada, la de irse desesperadamente al ataque en esos minutos finales.
El gol de Lucas Boyé en el 92' dejó helado a San Mamés y a todos los jugadores del Athletic. Óscar de Marcos fue uno de los que se acercó a dar la cara ante los micrófonos de DAZN: "Se ha desaprovechado una gran oportunidad. Hemos tenido 27 remates a portería y ellos 6. Si no hacemos gol es imposible ganar, nos ha pasado muchas veces. Pero algunas veces no se da porque no das la talla y otras porque el portero de ellos es el mejor del partido, como ha sido en este encuentro. Así que estoy muy orgulloso de mis compañeros".
Asimismo, Iñaki Williams también compareció y mostró su decepción: "Ha sido un jarro de agua fría. El portero suyo ha hecho un partidazo. Ha sacado balones incomprensibles cuando ya estábamos cantando gol. Ha sido un palo duro, sobre todo, porque se despedía Balenziaga y no se le ha podido hacer el homenaje que se merecía. Sabemos que todavía tenemos opciones. Está difícil pero la esperanza es lo último que se pierde".