"No quiero hablar de Laporte ni de cualquier jugador de otro club", dijo Ernesto Valverde en sala de prensa durante la previa del partido contra el Real Madrid en el estreno liguero. Un duelo en el que los bilbaínos cayeron por 0-2 y en el que el Athletic Club salió de inicio con la pareja de centrales configurada por los jovencísimos Dani Vivian y Aitor Paredes, de 24 y 23 años, respectivamente.
La marcha de Iñigo Martínez, libre, al FC Barcelona tras finalizar contrato y los problemas físicos de un Yeray que ya se entrena con el equipo, pero que aún no está a plena disposición de Valverde evidencian la necesidad de los leones por reforzar el eje de su zaga, para la que la prioridad siempre ha sido Aymeric Laporte.
Sin embargo, no se antoja de una operación sencilla, como el mercado viene demostrando. Mientras que Valverde se aferra al "respeto" para no referirse públicamente a un futbolista que no forma parte del plantel rojiblanco, la realidad es que las evoluciones en la contratación del internacional español están totalmente paralizadas, tal y como ha podido confirmar ESTADIO Deportivo. De hecho, cuando uno pregunta en la planta noble de San Mamés al respecto, la respuesta siempre es la misma, tilando el fichaje de "imposible" a día de hoy.
Aunque la experiencia dice que en el fútbol no hay nada imposible. Y menos en lo que materia de fichajes se refiere, desde el Athletic Club sí resaltan que las opciones de que Laporte acabe retornando a San Mamés son seriamente complicadas en estos momentos. Entre otras cosas, porque no se está trabajando al respecto. ¿Que Laporte es un jugador que interesa en Bilbao? Obviamente sí, pero las condiciones no son idoneas para ello. Al menos ahora, y es que habría que esperar a una carambola al final de mercado para que Laporte pudiera acercarse a San Mamés.
Los 90 millones de euros que el Manchester City ha pagado por Josko Gvardiol colocan en una posición aún más compleja a Laporte en el City, teniendo hasta a cinco compañeros por delante de él en la lucha por los dos puestos en el centro de la zaga. Con dos años de contrato aún por delante y sin peso en la actual plantilla (el curso pasado tan sólo participó en 12 partidos de la Premier, acumulando 993'; en total disputó 24), todo apunta a que Laporte saldrá este verano, de ahí el interés del Athletic Club.
Pero las cifras son las que son y la realidad (al menos la actual) dice que el Athletic no pueden llegar a ellas, más cuando el City abonó por él 65 millones de euros de los que ahora gustaría recuperar una parte importante de lo invertido, por lo que la cesión no es una opción que se contemple a día de hoy. En concreto, unos 35 millones de euros (prácticamente lo mismo que reinvertió el Athletic en Iñigo Martínez -32 kilos- cuando vendió a Laporte). Y a eso, además, habría que sumarle el caché del futbolista, que hoy por hoy percibe unos siete millones de euros por temporada en Inglaterra, que ahí es nada.
En definitiva, una operación a la que le saltan las costuras en lo económico se mire por donde se mire. Más en un Athletic Club que esta temporada no participará en Europa, después de que sus esperanzas de colarse en la Conference League se esfumaran al confirmar la UEFA la presencia de Osasuna. Esos ingresos, por pocos que fueran comparados con los de Champions y Europa League, habrían venido muy bien para afrontar con otra perspectiva la operación de Laporte. Al menos, así lo hacen ver desde el entorno del club.
Y por si fuera poco, desde Arabia Saudí parecen haberle echado también el ojo. Según el periodista José Manuel Monje, de Onda Vasca, el City maneja una oferta del fútbol árabe que estaría dispuesto a ponerle a Laporte un salario de 20 millones de euros netos por temporada. Un auténtico ofertón a Laporte que complica aún más todo para el Athletic Club.