Nico Williams, a pesar del transcurso de los meses, sigue siendo uno de los principales focos de atención para el Athletic, que quiere seguir creciendo. La entidad de Ibaigane, que consiguió que el atacante rechazara al FC Barcelona en verano y asumiese el ‘10’ de su antiguo capitán, Iker Muniain, podría intentar, en un plazo breve de tiempo, acometer la renovación del nacido en Pamplona, referente también en la selección española. No en vano, quieren despejar de forma definitiva los nubarrones en torno al futuro de su jugador, quien quiere hacer historia con los de San Mamés. De ello y de si el club está en disposición de ofrecerle lo que le pueden ofrecer otros conjuntos, habló el tesorero de los ‘leones’, Guillermo Ruiz-Longarte.
“Sin saber lo que le ofrecen es difícil contestar esa pregunta. El club, como situación patrimonial, como cuenta de resultados, como proyecto de crecimiento, como plan de largo plazo, está en condiciones a priori de competir con cualquiera. Cuando haces una renovación tienes que plantearte no solamente la capacidad económica para acometerla, sino criterios de equidad en la plantilla, el equilibrio, la cifra global de retorno. O sea, tienes que hacer un análisis muy detallado y concreto de si eso tiene sentido o no. Un club con 200 millones de balance capitalizado al 55% es capaz de hacer muchas cosas. A priori, yo diría que el club no tiene ninguna limitación en hacer lo que la Comisión Deportiva considere que debe. Nosotros a nivel económico financiero estamos al servicio de ellos”, comentó, en una entrevista concedida a El Correo.
Cuestionado, precisamente, por la capacidad en materia económica que puede tener el Athletic para acudir al mercado de fichajes y abonar traspasos, el tesorero ha analizado la situación. “Eso incluye ir al mercado, pagar traspasos, renovaciones o lo que se estime que cree más valor. Todo lo que revierta en el valor de la plantilla, el Athletic lo tiene que acometer. Evidentemente, insisto, sin romper la estructura o la equidad en la plantilla porque, aparte del jugador concreto, hay que mirar el grupo”.
“Creo que es exactamente lo mismo, pero en formato de crecimiento. Llegas a un sitio y tienes que intentar analizar muy bien todas las partidas para ver hasta dónde puede recortar. Luego te das cuenta de que todo tiene un límite. En donde no vas a recortar claramente es en la plantilla deportiva. Eso lo que vas a tratar de hacer es algo que sea rentable a largo plazo. La economía de guerra no se refiere solo a los gastos. También a los ingresos. Un gasto lo tienes que bajar, pero un ingreso, si estás perdiendo la oportunidad de generarlo, lo tienes que poner en funcionamiento. Todas las líneas de ingreso, excepto las cuotas de socios que están indexadas a IPC, entran en crecimiento. Eso no ocurre por generación espontánea. Hay mucha gente trabajando para ello. Hemos entrado en una fase distinta, de estabilización de presupuesto con sus vaivenes”.