Es evidente que en todos los lugares hay algún zoquete que la lía emborronando el comportamiento de la gran mayoría pero, por mucho ruido que quieran hacer los vándalos, el fútbol es mucho más que descerebrados lanzando bengalas con la camiseta del Athletic Club, racistas ensalzando símbolos nazis bajo los colores del Barça o encapuchados lanzando todo tipo de objetos sintiéndose legitimados para 'defender' al Atlético de Madrid. El fútbol es mucho más y mucho mejor que toda esa escoria que a veces avergüenza al resto. El fútbol, además de generar pasiones que no todo el mundo sabe controlar, sirve como un inmejorable altavoz mediático para poner el foco en cosas mucho más importantes, incluso más que el propio fútbol. En este contexto, Iñaki Williams ha vuelto a recolectar toneladas de elogios por su emocionante gesto en la previa del encuentro liguero que enfrentó al Athletic contra el Sevilla FC en la sobremesa de este pasado domingo.
El mayor de los Williams, siempre comprometido al máximo con la sociedad que le rodea, nunca escatima granitos de arena para intentar hacer el mundo mejor. Por eso, no duda en aprovechar la visibilidad que le da su posición de deportista de elite, de 'ídolo athleticzale' y de ilustre vecino de Bilbao. Si en otras ocasiones, como en la película documental que acaba de estrenar con su hermano Nico, ha contribuido a luchar contra el racismo y a mostrar el otro lado del problema de la inmigración, esta vez se ha puesto la camiseta para concienciar sobre la lucha de las personas con trastorno del espectro autista o TEA. Bueno, para ser exactos, más que la camiseta lo que se ha enfundado han sido unos llamativos cascos.
Iñaki saltó al césped con unos llamativos auriculares de color amarillo, que son los denominados cascos de cancelación del ruido, y no paró de abrazar a un niño que sufre esta enfermedad y que también saltaba con unos cascos. Un gesto muy simple, muy sencillo con el que el '9' del Athletic quiso dar visibilidad a las necesidades de este colectivo tan a menudo ignorado por las masas. El detalle se enmarcaba dentro de una campaña de colaboración entre el club rojiblanco y la Asociación Autismo Euskadi. De paso, por si fuera poco, regaló a los pequeños un día inolvidable. Sólo hace falta ver en el vídeo publicado por la entidad las caras de alegrías cuando les comunicaban que la estrella de los leones iba a salir con ellos.
"¿Sabías que los ruidos fuertes afectan mucho más a las personas autistas que a las demás? En el pasado Athletic-SevillaFC, Iñaki Williams y un niño de la Asociación Autismo Euskadi saltaron al césped de San Mamés con cascos de insonorización. De esta manera, ambos pudieron disfrutar juntos de la magia de los inicios de partido en La Catedral. Este pequeño detalle, que ha sido posible gracias a la colaboración del club con Toyota y Lexus, tiene como objetivo generar conciencia sobre el autismo, darle visibilidad y promover un mensaje de aceptación y de inclusión hacia todas las personas", explica el conjunto bilbaíno en un comunicado en redes sociales acompañando un vídeo de este gesto aplaudido a rabiar en las emocionadas respuestas al post.