El mayor enemigo de la esperanza es el cansancio, estado en el que no hay que caer pese a que la incertidumbre continúa inundando a la sociedad en general y a las casas en particular tanto de
España como del mundo, sobre todo, tras la prorrogación del
estado de alarma, oficialmente, hasta el 26 abril.
Se tardarán todavía varias semanas para poder quitar la llave y abrir las puertas a la normalidad, y todavía otras más para que el balón vuelva a rodar por los campos de fútbol. Igual que hace ya tres semanas desde el inicio del confinamiento, a día de hoy, no es posible poner una fecha a la vuelta de la competición, si la hay, ya que no hay que descartar que no se pueda volver a jugar esta temporada.
Por lo tanto, ¿qué ocurrirá con aquellos que finalicen sus contratos el 30 de junio sin haber podido culminar su trabajo o aquellos con cláusulas por objetivos? Esta coyuntura afecta a todo el planeta fútbol y, por supuesto, llega también a los banquillos de los primeros filiales de
Sevilla y
Betis.
Según ha podido conocer este diario, ambos clubes no han realizado movimientos significativos al respecto. Por el bando de
Nervión, Paco
Gallardo y Carlos
Marchena, dupla inseparable tanto en los banquillos como en los despachos, tienen firmado hasta el 30 de junio, aspecto que no es relevante en la
Carretera de Utrera, donde es habitual acordar un año.
Tras su paso por los despachos, los otrora jugadores sevillistas volvieron a sentarse en un banquillo después de su buena experiencia en el
Sevilla C. Hasta la suspensión del campeonato por el coronavirus, el balance de Gallardo y Marchena es más que notable. Noveno clasificado en el siempre exigente Grupo IV de
Segunda B, con siete puntos de colchón con el descenso, el
Sevilla Atlético camina hacia la permanencia en una campaña de renovación de su plantilla, con una apuesta clara por valores de la Carretera de Utrera como
Juanlu o
Carlos Álvarez.
La sintonía de la dirección del
Sevilla con Gallardo y Marchena es total. La confianza en ambos es plena y no se duda de que la vinculación entre las dos partes continuará. En la planta noble de Nervión existe absoluta tranquilidad en este asunto, a expensas de que se resuelva la crisis del coronavirus.
En cuanto al Betis Deportivo, el panorama es semejante. El primer filial bético es líder del Grupo X de
Tercera, con cuatro puntos de ventaja respecto al segundo (Ciudad de Lucena).
Manel Ruano, su técnico, firmó por una temporada... sin cláusula de objetivos para su continuidad.
"Mi trabajo va a ser igual de bueno si asciendo o no. Soy un hombre de club y trabajo como hombre de club", aseguraba el preparador catalán en una
entrevista concedida a ESTADIO a finales de 2019, añadiendo que: "Lo que tiene que tener claro el Betis es que yo trabajo igual con un año de contrato que con cinco".
Al igual que Gallardo-Marchena y el Sevilla, la sintonía de Ruano, en este caso, con
Miguel Calzado, director de cantera del Betis, es muy buena. Ambos trabajaron en el
Málaga, se conocen y el 'jefe' de
Los Bermejales no dudó en poner su nombre encima de la mesa para que tomara las riendas de un Betis Deportivo obligado a ascender. Por ahora, ambas partes no han abordado la renovación de contrato. No ha habido conversaciones al respecto, aunque existe 'feeling'.
Tanto Gallardo como Ruano se encontrarían en posiciones francas para continuar en el Sevilla Atlético y el Betis Deportivo, respectivamente, aunque ésta es otra de las incógnitas que se resolverá cuando el
Covid-19 dé un respiro.