Con el deseo de que, primero, desaparezca la pandemia del coronavirus, el aficionado al fútbol aguarda la posible reanudación de las competiciones y que despejen las incógnitas que hay en este tramo final. Sin embargo, donde hay pocas dudas es en el campeón de
Primera Andaluza.
A la espera de que pueda lograr o no el ascenso a
División de Honor en los ‘play off’, la Rociera, con 63 puntos, con 16 de ventaja respecto al segundo (
Lora), tiene encarrilado el primer puesto, un equipo que temporada tras temporada se mantiene en el candelero del fútbol provincial y una entidad en continuo crecimiento, como demuestran el resto de sus equipos.
Al respecto, si su primer juvenil milita en
Liga Nacional, su filial, la
Rociera B, ocupa plaza de ascenso a Segunda en el G. I de Tercera. “El objetivo es ascender. Hay que continuar con la formación. Si el primer equipo se mete en ‘play off’ y logra ascender, el filial tiene que dar ese salto”, señala
Cristian Rodríguez, que a sus 25 años es el míster del primer filial nazareno, al frente una sola jornada tras relevar a David Bohórquez, que pactó su salida del
Adame Bruña.
Segundo clasificado del Grupo I de Tercera Andaluza, a nueve puntos del líder (
La Motilla), pero con seis puntos de colchón respecto al tercero (
Puebla de Cazalla), la Rociera B destaca por ser un “equipo intenso en la presión y rápido”. Nutrido por futbolistas todos procedentes de la cantera de la Rociera, tanto los que acabaron su etapa juvenil, como otros que han regresado o aquellos que no tuvieron mucho protagonismo el pasado año en el primer equipo (David Curado, Pedro Rey), el noventa por ciento del plantel auriazul tiene menos de 22 años, siendo su mayor motivo de orgullo la promoción de futbolistas al primer conjunto dirigido por
Juan Olea.
Estos son los casos del lateral izquierdo
Parra, que a sus 19 años suma 19 encuentros, 18 de ellos como titular, ante la lesión de Jorge. O el atacante
Pablo Jesús, autor de 23 goles con el filial y tres con la Rociera en 18 partidos (17 de titular), además de irse alternando en las convocatorias del primer equipo los guardametas Ponce y Andrés.
“En el club se está trabajando muy bien y era normal crear un filial para no perder de vista a los jugadores que finalizaban su etapa juvenil”, declaró Cristian Rodríguez, todo un veterano pese a su edad, tras militar en el cuerpo técnico de la UP Viso en su primer año en División de Honor, de la mano de Picharri, dirigir posteriormente al Ciudad Jardín dos temporadas e ingresar en la Rociera el pasado año.
La estela del Utrera Atlético
La Rociera B, de lograr su billete a Segunda Andaluza, seguiría la estela de otro filial del fútbol sevillano, un Utrera Atlético que milita en el Grupo II de la segunda categoría del balompié provincial sevillano (es sexto en la clasificación).