El fútbol de competición se ha visto obligado a parar por el
COVID-19, y ante la incertidumbre de si se volverán o no a disputar las diferentes ligas, hay una figura que cobra una mayor importancia, más si cabe, en estos tiempos de reclusión: la del preparador físico. Ese agente externo del mundo del fútbol que en los últimos tiempos se ha ido haciendo un hueco entre los cuerpos técnicos para dotarlos de otra visión acerca del deporte y del rendimiento de los futbolistas.
Por ello,
ESTADIO se ha puesto en contacto con varios profesionales de la planificación deportiva para que cuenten cómo han organizado estas, ‘a priori’, dos semanas sin competir y así llegar lo mejor posible a la reanudación liguera.
“Lo primordial es mantener la forma y no perder el nivel alcanzado a estas alturas de temporada”, destaca
Miguel Ortega, preparador físico del Antoniano, del
Grupo X de Tercera. “Con los pocos materiales con los que puede contar uno en casa, intentamos organizar un trabajo individual y personalizado organizado en tablas de ejercicios de fuerza, de abdominales, flexiones, etc.”, añadió. Corriente similar a la que ha adoptado
Héctor Gallego (Tomares) con los suyos, con tareas de compensación. Y es que una de las particularidades del entrenamiento que proponen los preparadores físicos de los clubes es el espacio y los materiales necesarios para llevarlos a cabo. Como comenta José
Luis Huelva, graduado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y preparador físico de la cantera del AVV Centro Histórico. El cual ha adaptado su trabajo a ejercicios lo más cercanos y específicos al deporte a diferencia de otros basados más en series y repeticiones. “En un salón de casa o un patio se pueden simular algunos movimientos del fútbol, con aceleraciones y desaceleraciones, desplazamientos laterales. También puede ser un momento para aprovechar y trabajar partes en las que a lo largo del curso no se hace tanto hincapié por la saturación del calendario, como es el tren superior, el trabajo de core... y con apenas la necesidad de tener un reloj y una esterilla”, declaró.
De igual forma,
Miguel Ángel, preparador físico del Castilleja, y
Franki, del Lora, también se han ajustado a las exigencias del guion y a sus chicos les han preparado otro entrenamiento combinando el trabajo de fuerza y algún HIIT (entrenamiento interválico de alta intensidad). “Lo que buscamos, principalmente, es que los jugadores estén activos y lleguen en la mejor forma posible cuando retomemos los entrenamientos”, concluyó.
La dieta será otro factor importante
No por su variación, sino por su seguimiento continuo como se llevaba haciendo durante las jornadas ligueras normales. Aunque los deportistas se sigan entrenando individualmente, la intensidad y el trabajo no son iguales, por lo que el mantener una alimentación saludable, hará que el estado de forma no decaiga tanto con el paso de los días. “Lo adecuado sería una dieta variada basada en proteínas (carne, pescado, legumbres, etc.) e hidratos (que es un 60% de lo que se debe comer en patatas, pasta, o arroz), así como en verduras y fruta”, declararon.