Han pasado cinco meses desde que el
Écija anunció que no podía arrancar en la presente temporada al no poder afrontar la deuda económica que acumula.
Desde entonces no había dado señales de vida... hasta este jueves. El club, a través de sus redes sociales, hacía un escueto comunicado en el que señalaba que estaba "preparando" sus equipos para volver a competir en
la temporada 20/21, un mensaje al que ayer se añadía otro con motivo del día de San Valentín, pero que ha encontrado el excepticismo entre la afición ecijana, que no cree nada de un
Ángel Gómez Mariscal que no cumplió ninguna de las promesas que hizo desde que en junio se hizo cargo del club.
El gestor zaragozano, que llegó junto a su socio
Javier Blasco, mantuvo hasta ese fatídico mes de septiembre que tenía dinero para salir adelante, pese a que el club acumulaba una deuda de en torno a los 600.000 euros, y que había un plan de pago que la AFE tiró, al tiempo que advertía que iba a trabajar todo el año para sacar al club en
División de Honor la próxima temporada. Algo que ha querido ratificar con ese nuevo anuncio, que llega cinco meses después.
En aquella despedida, asimismo, destacaba que iba a seguir con "el mantenimiento de los terrenos de juego" de San Pablo, una labor por la que le ha llegado otra acusación de impago, vía redes sociales, de "abono y semillas de césped" por parte de un empresario local.
El Écija 'vive' sin nada claro.