Entrevista ED: Manel Ruano: "Es injusto valorar mi labor por el ascenso"

Entrevista ED: Manel Ruano: "Es injusto valorar mi labor por el ascenso"
- C. V. / F. D. / L. B.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 11 min lectura
Después de año y medio aguardando destino, a Manel Ruano se le cruzó de nuevo un filial. Hubo opciones de enrolarse como segundo en un cuerpo técnico de Primera, aunque finalmente el preparador catalán continúa su carrera en solitario. El destino dirá, pero a día de hoy asegura que tomó la decisión correcta firmando por una temporada con un Betis Deportivo cuyo ascenso a Segunda B se antoja obligatorio dado el proyecto de cantera que se está cimentando en Heliópolis. Sin embargo, Ruano, autodidacta en su faceta de técnico, y hombre de club, no le obsesiona el ascenso y sí "el pequeño detalle" que ayudará a hacer grande al Betis Deportivo, segundo clasificado del Grupo X.

- Su fichaje llegó con el aval de Miguel Calzado (responsable de la cantera verdiblanca). ¿Qué proyecto le planteó?
- Se puso en contacto conmigo, había un casting para ser entrenador del Betis Deportivo. Tampoco hizo falta que me vendiera mucho en el aspecto de que se daban muchos condicionantes para ser una oferta importante y, sobre todo, atractiva para mí. Conocía a Miguel, la grandeza de este club y también su filosofía de juego, que es muy parecida a como entiendo el fútbol. Tuve la fortuna de que al final se decidieran por mí. A partir de ahí, la verdad, es que he trabajado muy a gusto.

- ¿Tuvo más propuestas?
- Estuve trabajando para integrarme en el cuerpo técnico de un equipo de Primera. Cuando firmé aquí, los dos entrenadores (uno en Primera y otro en Bélgica) con los que iba a ir están entrenando ahora. Tomé la decisión de tirar por mi camino.

- Por su experiencia como responsable de cantera y técnico de un filial. ¿Es compatible competir con la formación?
- Sí. Competir yo lo entiendo por hacer lo que se tiene que hacer en cada momento, se lo digo a ellos. Habrá veces que haya que jugar al fútbol, otras dar un patadón, otras defender. Para mí, pegar patadas no es competir, para mí es falta. Si sabemos pegar patadas sin que nos piten falta, probablemente sí que sea competir. Pero independientemente de eso, si trabajamos el pequeño detalle hacemos crecer al futbolista y si crece el futbolista, el equipo también crece.

- De hecho, su equipo tiene versatilidad...
- Lo estamos intentando, que defiendan y ataquen bien, pero no es fácil. Hay que tener en cuenta que si quieres que tu equipo juegue bien al fútbol, defienda bien, haga bien las transiciones, eso requiere más tiempo que si por ejemplo requieres un solo patrón. Yo no creo en los sistemas, creo en la ocupación de los espacios a partir de una estructura. Trabajamos de una manera conceptual para que independientemente de qué sistema empleemos, el equipo juegue a lo mismo. Se busca el equilibrio.

- Escuchándole, se asemeja su idea también a la de Rubi. ¿Cómo es la relación entre ambos?
- Muy buena. Ellos están siempre muy atentos a nosotros, sobre todo a través de Jaume, que es su segundo entrenador. Siempre he dicho que lo más importante para que suban jugadores al primer equipo es que haya un entrenador valiente. Si no, es imposible. En ese aspecto, el Betis es afortunado. Han debutado varios. El trabajo de cantera está más que pagado, pero aun así, es verdad que intento buscar una línea de equilibrio. No me gusta tener una posesión estéril. Saber defender, la posición racional nos va a dar mucho. Intento siempre coger equipos que sean claros en sus esquemas.

- ¿Todo ello ayuda a que el salto al primer equipo sea más fácil?
- Supongo, pero ya digo que hay gente que opina de una manera, que opina de otra. Que dice que los equipos de filial tienen que jugar como el primer equipo. Lo que les enseño es fútbol. Si le enseño a un futbolista saber perfilarse, orientarse, eso le va a ayudar. El pequeño detalle le va a ayudar siempre independientemente de qué modelo sea el que se encuentre arriba.

- A raíz de lo que comenta. ¿Prima más la exigencia de ascender o la formación?
- Esto es muy relativo. Lo diré al final de año a ver qué pasa. Mi trabajo va a ser igual de bueno si asciendo o no. Soy un hombre de club y trabajo como hombre de club. A partir de ahí, mi manera de trabajar forma a los jugadores, también es porque creo que es la manera de ganar todos los domingos, que es de lo que me preocupo. El objetivo de una cantera es formar futbolistas y en eso estamos trabajando. Si trabajamos bien, semana a semana, probablemente, en junio estaremos bien.

- Paciencia y fútbol no son sinónimos. ¿La habrá en el Betis para recoger los frutos a la inversión y proyecto que se está realizando en la cantera?
- Eso no depende de mí. Yo puedo hablar de mi experiencia en Málaga. Trabajé ocho años. La Liga juvenil no se ganó hasta el tercer año de empezar a trabajar. El ascenso no se consiguió hasta el sexto, pero al final lo que tú quieres es que salgan futbolistas. En ese aspecto puedo hablar de la paciencia, si vas trabajando bien, fichando bien por abajo, captando bien, al final eso es un vivero que tiene el entrenador del primer equipo para tirar de él. Hay que trabajar bien, invertir dinero porque sin dinero no se puede trabajar la cantera tal y como está montado el fútbol. La diferencia entre uno que llega y otro que no, es que a uno lo han puesto y a otro no. Pero para ponerlo, tienes que tener buenos futbolistas. Arnau me dijo que el beneficio de la cantera era de 40 millones de euros entre inversiones y ventas. Aquí pasó con Junior, Fabián... Hay que tener tranquilidad y saber al final que el dinero invertido en cantera, con buenos profesionales, es rentable.

- Son ya habituales en la dinámica del primer equipo tanto Ismael como Édgar. Y en el filial Visus, Geovanni, N'Do...
- Un entrenador de un filial no puede pretender que su conjunto sea otro primer equipo en el sentido de toma de decisiones. Por eso es importante nuestra manera de entrenar, en la que no dividimos entre suplentes y titulares; cualquiera debe estar preparado para poder jugar. Por ejemplo, Édgar ha debutado arriba y nosotros hemos tenido que tirar de Visus desde el juvenil. No regalo nada. Tenemos la fortuna de que abajo también hay futbolistas y, al ser una cantera, podemos tirar de ellos. No me suelo fijar en la edad. Si un chico está preparado, juega y compite. Si lo pongo es porque está mejor que otro.

- ¿Le pide algún regalo a los Reyes Magos en forma de fichaje?
- El equipo no es mío, es del club, que sabe los jugadores que están arriba y las necesidades que tenemos. Si pueden encontrar algo que mejora lo que tenemos, lo van a traer.

- Es decir, está abierto a la llegada de nuevos jugadores...
- Siempre estoy abierto, esto no es una ONG. Tenemos fichas libres, hay jugadores que están en el primer equipo que no sabemos cuándo van a bajar, hay futbolistas lesionados de larga duración€ Hay una serie de condicionamientos que hacen que si el club encuentra algo, lo traerá. En este sentido, no soy muy exigente, Miguel puede estar contento.

- En lo deportivo, ¿le pide al 2020 el ascenso?
- Eso será una consecuencia. Nadie te puede asegurar un ascenso. Esto es fútbol, no son matemáticas. Valorar mi trabajo por el ascenso no lo consideraría justo, porque lo que hay que valorar es el día a día. Creo en el trabajo que se hace en el día a día. Lo que le pido al 2020 es que me permitan trabajar.

- Firmó un contrato por una temporada de duración, ¿le gustaría repetir su trabajo en el Málaga, ahora en el Betis?
- Yo te diría que sí, que me tendrían que renovar por cinco años -risas-, pero lógicamente no va a ocurrir. Lo que tiene que tener claro el Betis es que yo trabajo igual con un año de contrato que con cinco.

- ¿Qué seña de identidad le gustaría dejar en el Betis?
- Me gusta ir a los sitios y dejar cosas. Hay gente que está en los cargos para servirse y otras para servir. Por mi manera de ser, intento ayudar al club. Cuando me vaya, me gustaría que me recordasen como un hombre de club que ha ayudado y poco más. Eso es lo que me puede llenar, más que un ascenso.