Tras dieciséis partidos disputados de la temporada 2019/2020 de División de Honor Juvenil, una de las gratas sorpresas es el Calavera C. F. de
Miguel Ángel Caro.Cuarto clasificado empatado a puntos con el tercero, el Real Betis (35), y a tres y seis del segundo y el primero, respectivamente (Málaga y Sevilla),
los blanquinegros están viviendo un año de ensueño que ni el más optimista lo podría haber imaginado. Ya en pretemporada, los diferentes torneos veraniegos ante equipos de entidad como el Barcelona o el Villarreal vislumbraban que
podría ser una campaña ilusionante con una plantilla plagada de chavales de primer y segundo año. Pero la realidad actual supera a cualquier escenario imaginado.
Y es que ahora mismo
no se le puede hacer ningún reproche al equipo. Imbatido en casa, solo ha recibido seis goles en contra, además de ya haber visitado también campos tan complicados como la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, la de Arraijanal (Málaga) o el José Martínez 'Pirri' (Ceuta), donde
ha sabido remangarse y meterse en faena cuando hiciese falta, y desplegar su fútbol con personalidad. Un fútbol alegre y atractivo, basado en un 1-4-3-3, pero con muchas variantes tácticas en función de la lectura del rival que hagan Caro y los miembros de su cuerpo técnico.
Con apenas lesionados a lo largo de la temporada,
el técnico y los suyos esperan continuar con este bloque hasta el final, corrigiendo y mejorando aquellos aspectos del juego que, por condiciones físicas, les está costando más (todos los goles en contra han sido a balón parado).
Con el objetivo de la salvación casi cumplido (ronda los 38 puntos), los de la calle Hespérides esperan llegar a las Navidades con los deberes hechos y vivir el resto de meses con tranquilidad, ilusión y ambición.