Un coriano, ídolo en Ferrol

Un coriano, ídolo en Ferrol
Juan Antonio está dejando huella de su calidad en A Malata. - C. V.
Carlos VizcaínoCarlos Vizcaíno2 min lectura
Tuvo que emigrar futbolísticamente de su Coria del Río natal para hacerse con un nombre en el panorama sevillano, pero de casta le viene al galgo. Juan Antonio Sánchez Curiel, ‘Juan Antonio’, hijo de Curro, lateral derecho del Sevilla allá por los inicios de la década de los 80 y compañero, entre otros, de Buyo, Pablo Blanco o Sanjosé, y hermano del fino mediocentro Curro, actualmente en el Mérida y de una dilatada experiencia en Segunda B (Betis B, Levante B, Celta B, Villanovense...), triunfa en el Racing de Ferrol.

El delantero ribereño cumple su segunda temporada en A Malata. La pasada temporada firmó por los gallegos, ascendiendo a Segunda B, categoría a la que vuelve tras su experiencia con el Formentera, materializando 22 goles.

Su primera diana en la 19/20 ha tardado nueve jornadas, ya que estrenó su casillero el pasado domingo ante el Atlético de Madrid B en su tercera titularidad, la segunda consecutiva, aunque el coriano se ha ganado el favor de la afición de A Malata, que lo despidió con una sonora ovación al ser sustituido en el 79’ por Pablo Rey.

Después de unas temporadas en el primer equipo del Coria con poco protagonismo, se marchó al Alcalá (12/13) de José Antonio Asián, quien lo conocía y tiró de él.

22 encuentros y 5 goles fueron su carta de presentación, comenzando la trayectoria de un atacante diferente, un delantero espigado de movimientos ágiles, elegante, con recursos y, sobre todo, con gol: 9 en el San Juan (13/14); 7 en el Coria (14/15) y 12 en el Gerena en la 15/16, su trampolín al Formentera, donde en la 16/17 brilló con 29 goles, ascendiendo a Segunda B y alcanzando los dieciseisavos de la Copa del Rey, enfrentándose al Sevilla. A sus 28 años, Juan Antonio se ha convertido en un ilustre embajador del fútbol sevillano.