Ésta es la crónica de una muerte anunciada. La del
Écija Balompié, que no competirá este curso al no haber satisfecho el total de los pagos establecidos por la C
omisión Mixta AFE-3ª División para cubrir las cantidades reclamadas por sus futbolistas de la temporada pasada. En total, unos 217.000 euros, lo que ha imposibilitado a la entidad astigitana inscribir futbolistas y, por ende, le ha llevado a no participar en las dos primeras jornadas, siendo su siguiente consecuencia la exclusión de la Tercera división y el descenso administrativo para la campaña próxima, decisiones que se confirmarán la próxima semana.
Ángel Gómez
Mariscal y Javier
Blasco adquirieron el club en propiedad en los albores del presente verano, asumiendo una deuda contraída por los anteriores rectores. Sus esfuerzos por resolver la situación, buscando financiación y posibles compradores a última hora, han sido infructuosos. Ahora, futbolistas y cuerpo técnico deberán buscarse equipo, cosa que ya han empezado a hacer algunos. Y, lo más importante: queda por saber si este panorama desembocará en la desaparición del
Écija Balompié tras casi 80 años de vida.
El Écija, tercer club de la provincia de
Sevilla por méritos deportivos (sólo
Sevilla y Betis han alcanzado cotas mayores, sin contar a sus filiales), pone así fin a 32 años ininterrumpidos en categorías nacionales, siendo su culmen la temporada 95-96, que la acabó decimotercero en Segunda división, amén de aquella eliminatoria de Copa del Rey ante el Real Madrid en la 06/07 (1-1 en San Pablo y 5-1 en el Santiago Bernabéu).