La incertidumbre se cierne sobre el
Écija Balompié. Al menos, desde fuera, porque en el seno de la entidad de
San Pablo están tranquilos ante las denuncias por impagos y que ello lleve a no competir en
Tercera el próximo curso.
“Esperamos dejar todo cerrado en la primera quincena de agosto, nos dieron de plazo hasta el día 5. Creo que no va a haber ningún problema”, explicó
Ángel Gómez Mariscal, propietario de la entidad de la ciudad de las torres, que admitió en los micrófonos de la ‘
Cadena SER’ haberse contraído “un poco más de deuda en los últimos días”, algo que se “temía”: “Pero vamos a tirar para adelante como sea”.
Se ha empeñado el empresario aragonés en solucionar los problemas del
Écija, y ello, a pesar de las trabas que, según él, está encontrando en la propia localidad. “Sabemos que tenemos gente en contra en la ciudad, que está poniendo zancadillas, pero yo voy a seguir adelante. Hay gente que parece que tiene ganas de que desaparezca el
Écija. Yo he venido a trabajar, a sacar al
Écija de la situación que estaba y a ponerlo en la mayor categoría posible. Yo me caigo y me sé levantar”, dijo de forma contundente
Gómez Mariscal, contento porque los abonos vayan “mejor de lo que esperaba”, y reconociendo que entrenar en el polideportivo por la remodelación en
San Pablo “está siendo un inconveniente”.
En cuanto al equipo, le quitó hierro a la derrota sufrida ante el
Betis Deportivo y declaró que “faltan una o dos incorporaciones”, que los descartes definitivos se darán esta semana, y se mostró esperanzado con la plantilla: “Se está haciendo un equipo competitivo y hay que darle margen de confianza”. Y, respecto al técnico
Javier Castaño, lo defendió: “Hay que tenerle respeto y esperar resultados”.