El Écija salvó un ‘match ball’ el pasado mercado invernal, haciendo prácticamente un equipo nuevo, aunque la situación continúa siendo delicada en San Pablo. Basta con echar un vistazo a un tuit de Marc Domínguez, entrenador azulino: “No sé hasta donde, ni hasta cuándo vamos a llegar. Lo único que sé, es que siento admiración por todos los que gracias a ellos este escudo sigue en pie y luchando contra todo. Gracias de corazón por continuar la batalla junto al @ecijabpe #SalvemosAlÉcijaBalompié”.
El engaño que ha sufrido el histórico club astigitano, perpetrado por Yung Gon Park y José Juan Trigás, a quienes habría que añadir a quien trajo a los otrora responsables del club, es enorme. Plantilla y cuerpo técnico están solos, abandonados a nivel institucional (Park y Trigás desaparecieron), entrenando y jugando gratis (sólo se le paga la gasolina), y agarrándose a la ayuda que está prestando la afición, ejemplar en este sentido. De cara a la visita a Gerena, se está movilizando para llenar un autobús que acompañe a su equipo.
Son conscientes de que la salvación de la entidad pasa por la permanencia, aunque posteriormente habría que abordar la deuda (unos 500.000 euros se apunta). Pese a la mediación de Proliga, los ‘cantos de sirena’ acerca de posibles compradores no tienen consistencia, por lo que el drama sigue en San Pablo.