Ya dije que
iba a ser muy duro,
muy competido y que todos los equipos nos lo iban a poner difícil en la segunda vuelta”. La alegría de
Jesús Galván tras asegurar los tres puntos ante el
Coria después de tener que
remontar podrían parecer ilógicos si tenemos en cuenta que los había logrado el
segundo clasificado ante un rival que está en posiciones de
descenso, que llegaba con
muchas bajas y que hacía apenas diez días había cambiado de entrenador.
Pero el técnico utrerano ya había advertido de que los
quince partidos -ahora catorce- que les esperan tal vez sean los más difíciles, porque todos los equipos se están jugando algo a estas alturas. “
En la segunda vuelta los objetivos se marcan. Cada equipo tiene un objetivo definido, están los que queremos luchar por el ‘play off’, los que pelean por no descender o por estar en la zona de tranquilidad lo antes posible. Y también
vienen con el reto de ganarle a un equipo que sólo ha perdido dos veces en toda la temporada”, aseguraba Galván tras el choque, al tiempo que
sacaba pecho por el estatus alcanzado por el Utrera: “Eso también dice mucho de nosotros, de cómo nos tratan y cómo se comportan. Todos dan el 200%. Aquí vino el Guadalcacín y nos costó la misma vida ganar; hoy, igual.
La segunda vuelta se caracteriza por partidos muy duros y competidos. Es lo que nos queda”.
El próximo duelo será en
Puente Genil, ante un equipo de mitad de tabla, pero que lleva
cuatro partidos sin perder.