El Écija vivió un día inolvidable el pasado domingo contra el Ciudad de Lucena. Sin entrenar, dada la delicada situación del equipo, con el anuncio por parte del presidente Yung Gon Park de una deuda de 480.000 euros, la afición se volcó en San Pablo, asistiendo unas cinco mil personas, aproximadamente, al triunfo ecijano y arropando a sus jugadores, que han tenido un comportamiento ejemplar.
La masiva presencia de seguidores es el mayor aval en este momento del club. Con unas elecciones municipales fijadas para mayo, el ayuntamiento de la localidad se ha volcado con el club en busca de una solución a su maltrecha situación. La localidad astigitana dejó patente que está con su club y que reniega de una posible desaparición. Por ello, personas del consistorio se reunieron ayer con los jugadores y empleados de la entidad, poniendo encima de la mesa posibles soluciones. También hubo diferentes contactos con empresarios de la localidad, buscando vías de financiación.
Cabe la posibilidad de que se instaure una gestora, aunque todo pasa porque un inversor o un grupo se haga cargo de la deuda. Luego, habría que recomponer el equipo, ya que en el plano deportivo, el club podría pedir aplazar el próximo partido contra el Coria. Ayer se anunció la desvinculación de Joselu, Santi Luque, Ocaña e Isuardi. Apenas restarían ocho jugadores y en las próximas horas o días podrían producirse más bajas en la plantilla.