Empleados, jugadores, afición... Todos unidos para que el Écija Balompié no deje de respirar. Ayer, la ciudad se movilizó para defender a un club histórico, cuya continuidad está en vilo por la mala gestión de sus aún actuales dirigentes.
Cientos de aficionados se agolparon a media tarde a las puertas del San Pablo para manifestarse en apoyo al club, protestar por la esperpéntica situación que vive actualmente y agradecer a jugadores y empleados que, tras jugar en Córdoba y evitar la desaparición, hayan confirmado que estarán el próximo domingo ante el Ciudad de Lucena pese a que la directiva que comanda Yung Gon Park no haya cumplido con los pagos prometidos.
“¡Se acabó! El mando lo tenemos nosotros:empleados, futbolistas, abonados, colaboradores y seguidores del Écija Balompié. Este histórico Club NO PUEDE DESAPARECER. Os prometemos que no descansaremos y lo intentaremos todo. NO permitamos que el Écija muera”, publicaba ayer el club en sus redes sociales, en las que pedía a los aficionados que llenen este domingo San Pablo (“Dejad el enfado de lado y apoyad, como si fuera una final”), para un partido en el que han puesto precios populares. En un rato se vendieron más de 500 entradas. Mientras, en las oficinas se seguía trabajando para encontrar una solución, que pasa porque un comprador se haga cargo de lo que pide el empresario chino, quien ya ha rechazado varias ofertas.